Día 1: Ruta al Volcán de la Corona - Mirador del Río
- Cueva de los Verdes - Jameos del Agua - Orzola - Caletón
Blanco - Arrieta.
Declarado Parque Natural en 1987 y Monumento Natural en 1994, visitar este paraje del noreste de la isla dentro del municipio de Haría es imprescindible.
El volcán de la Corona con un cono de 450 metros de diámetro y una profundidad de 190 metros, es el responsable del llamado Malpaís de la Corona, un mar de lava petrificado bajo sus pies.
En las profundidades del Malpaís se esconde también otro tesoro subterráneo, el tubo volcánico que con sus 6 km de longitud es uno de los más grandes del mundo y donde los jameos más importantes formados, La Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua son solo dos ejemplos de reclamo turístico forjado durante siglos por la naturaleza.
También podemos distinguir dos hábitats naturales representativos: el tabaibal ralo y un ecosistema subterráneo, ambos con una alta biodiversidad endémica.
El Volcán de la Corona
Empezamos nuestro primer día completo en Lanzarote dirigiéndonos al pueblo de Yé de donde parte la ruta hasta el Volcán de la Corona. Se trata de una caminata de poca dificultad al principio pero que llegados al cráter del volcán se complica un poco, al menos para mí que padezco de vértigo. Aún así merece la pena vivir la experiencia de visitar este volcán declarado Monumento Natural Protegido.
El pueblo de Ye
Esta pequeña localidad que originariamente fue una dehesa tiene la característica de ser el poblado con el nombre más corto de toda España. Aprovechando que la ruta al volcán parte de este pueblecito, una vez finalizada la misma y antes de seguir rumbo al Mirador del Río dimos una vuelta por los alrededores.
Parroquia de San Francisco Javier.
Las obras para la construcción de esta ermita que tenía como finalidad atender también a los feligreses de la isla de La Graciosa, se iniciaron en el año 1936 pero no fue rematado el proyecto hasta el año 1984.
Mirador de Ye
De este mirador parte y llega el sendero de los gracioseros, una ruta
zigzagueante a través del acantilado que servía de comunicación a los
habitantes de La Gomera.
Desde este balcón natural se puede contemplar el archipiélago Chinijo,
la reserva marina más grande de Europa y espacio natural protegido que
componen la isla de La Graciosa y los islotes de Alegranza, Montaña
Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
Mirador Del Río
Diseñado en el año 1974 por César Manrique se encuentra situado a 400 metros de altitud en el Risco de Famara, en la parte más septentrional de la isla.
Desde este balcón se abre ante nosotros el Parque Natural del Archipiélago Chinijo y el Risco de Famara.
El Malpaís de la Corona
Tras las erupciones de hace 20000 años se originó el malpaís de esta zona del noreste de Lanzarote, declarada Monumento Nacional de La Corona y que incluye, además del volcán del mismo nombre, La Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua.
La Cueva de los Verdes.
La cueva debe su nombre a la familia Verdes, propietaria de los terrenos en los que se localiza.
Esta cueva en la que ocurrieron algunos hechos de la historia de Lanzarote, es un tramo relativamente corto del gran tubo volcánico de los Jameos. De la totalidad del tubo, la Cueva de los Verdes ocupa solamente alrededor del kilómetro.
Los Jameos del Agua
Los Jameos del Agua, al igual que la Cueva de los Verdes se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona, en el municipio de la Haría, al norte de Lanzarote.
Este espacio natural, centro cultural y artístico fue ideado por el artista y arquitecto oriundo de Arrecife, César Manrique.
El término "jameo" significa agujero y son precisamente tres jameos o aberturas las que tiene el llamado Túnel de la Atlántica.
El acceso al interior lo hacemos por el Jameo Chico; Al Jameo Grande accedemos por una serpenteada escalera próxima a la burbuja volcánica donde llegamos a un jardín con una amplia piscina.
Por último, el Jameo de la Cazuela, de cuya roca emana agua salada.
Pero hablar de los Jameos implica también mencionar a los cangrejitos ciegos. Esta especie de cangrejo endémica y única apenas alcanza el centímetro de longitud y además de ser ciegos y albinos, estos animalillos son súper sensibles al ruido, al movimiento y a la luz.
Arrieta
Lo más impresionante de Arrieta es el Caletón Blanco. La mezcla y combinación de colores resulta espectacular: el agua del mar de un azul intenso baña una playa de negras rocas volcánicas que descansan, a su vez, sobre una blanquísima arena. Además, una incipiente y florida vegetación hace que el contraste del paisaje sea aún más llamativo.
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