domingo, 28 de agosto de 2022

Por la Pista Filandesa de Oviedo

 Una pista Finlandesa es un es un espacio por el que además de pasear a lo largo de su recorrido podremos encontrar puntos habilitados para realizar diferentes ejercicios físicos.


La pista Finlandesa ovetense, equipada con bancos, refugios y complementos deportivos, presenta un recorrido llano y muy cómodo de realizar para pasar un rato al aire libre disfrutando de la naturaleza y del paisaje, uno de sus puntos fuertes.

Un poco de historia

Caminar por la pista Finlandesa es hacerlo por un recorrido que atesora una historia de los más interesante antes de convertirse en lugar de ocio y disfrute.

Quizás resulte curioso saber que el Naranco estuvo vinculado a la actividad minera a partir del siglo XVII en el que se construyó un ferrocarril con el fin de transportar el mineral de hierro que se extraía de sus minas.

El tren minero, inaugurado el 1 de febrero de 1880 a instancia de la Fábrica de Mieres, discurría por la actual pista Finlandesa. Los vagones que inicialmente fueron tirados por mulas, experimentaron el que éstas fueron sustituidas más tarde por máquinas de vapor. 

La producción de hierro se mantuvo hasta 1915 y hubo de pasar más de medio siglo para que, en la década de los 80,  se inaugurara la senda peatonal conocida como "Pista Finlandesa". Esta fue construida en el antiguo Paseo de Valdeflora siguiendo el proyecto inicial de Eladio Chamorro y Marcos Fernández pero la idea inicial parte del médico y concejal socialista de Sanidad y Medio Ambiente, Ignacio Sánchez Posada. Este consideró que sería un buen lugar para mejorar la salud de los ovetenses y un espacio idóneo para la práctica del deporte.

La ruta


La caminata transcurre por la falda del Monte Naranco y lo largo de la misma podremos contemplar las maravillosas vistas de este monte, junto a las que nos ofrece la ciudad de Oviedo.

La entrada se realiza desde la Argañosa por la carretera de los Monumentos que es el acceso rodado al Monte Naranco. Tras recorrer un kilómetro aproximadamente llegaremos hasta  la calle Pedro Caravia donde se inicia la Pista Finlandesa.


En diversos puntos de la senda se han instalado aparatos para la práctica de gimnasia y se trata de un trayecto cómodo por un ancho paseo.


Por su trazado vamos atravesando diferentes puntos de interés como la Fuente de San Esteban, de agua potable y un buen lugar de descanso. 


Andando junto a robles, fresnos, chopos, abedules, hayas, sauces, espinos, sorbus, castaños o laureles, llegaremos en su primer tramo hasta el núcleo de Arneo, y un poco más adelante, la aldea de Fitoria donde últimamente han proliferado los chalés residenciales.


Cruzamos la carretera asfaltada que comunica con Fitoria y atravesamos un depósito de agua para continuar por la misma pista hasta dar con la conocida como Fuente del Sapu, del año 1500. Esta se encuentra bajo a moderna estructura de una pasarela metálica. Ascendiendo por los peldaños que la rodean podremos ver el manantial convertido en uno de los primeros depósitos de agua que abasteció a la Capital del Principado.


Desde aquí se llega hasta una estrecha carretera que llanea, donde termina la pista. Avanzamos unos metros más allá hasta que decidimos regresar por el mismo camino.

Vídeo de la ruta

Track de la ruta

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miércoles, 24 de agosto de 2022

Necrópolis de Saqqara y Pirámide escalonada de Zoser


La necrópolis de Saqqara

Saqqara es el emplazamiento de la necrópolis principal de Menfis ya que en ella se encuentran los restos de complejos funerarios erigidos por los faraones del Imperio Antiguo y gran cantidad de tumbas de nobles.

Fue abandonada como lugar de enterramiento durante la dinastía IV cuando Guiza pasa a ser la nueva necrópolis real.

En el siglo VI las arenas del desierto sepultaron la necrópolis hasta el siglo XIX que comenzaron las excavaciones cuyos sorprendentes hallazgos, algunos sin expoliar, son constante noticia.

Pirámide escalonada de Zoser

Si algo llama la atención de la necrópolis de Saqqara es su enorme pirámide que además es la más antigua de toda la historia. Sus 60 metros de altura se han convertido en una auténtica "escalera al cielo" por encargo de Zoser  a Imnotep, el primer arquitecto conocido.


Los escalones tenían como finalidad labrar el camino al faraón para que este pudiera reunirse con los dioses en las alturas. Bajo la pirámide, una red de 5 km de galerías y pasillos subterráneos intenta despistar a los amantes de los ajeno que además de tener que sortear puertas falsas tenían que recorrer un laberinto de pasadizos. Joyas, comida, piezas de cerámica y un sinfín de objetos se acumulaban en unas 400 cámaras subterráneas.

Las mastabas de Saqqara





Son tumbas privadas de la nobleza con cámaras falsas, puertas secretas, inscripciones jeroglíficas y llamativas pinturas policromadas.

Templo de Luxor

En la antigua Tebas, situada en la ribera oriental del río Nilo, la Gran Avenida de las Esfinges, con una longitud de casi 3 kilómetros, unía dos de los templos más importantes del lugar: el templo de Karnak y el de Luxor.



Qué  saber antes de visitar  Karnak y Luxor


 El templo más grande de Egipto es Karnak y el de Luxor es el segundo de mayor tamaño de la ribera este del Nilo.

En su día, la Gran Avenida estaba flanqueada por 1400 esfinges, mitad hombre, mitad león, de las que se han recuperado en las excavaciones 650.

Por esta Avenida, partiendo del templo de Karnak, los sacerdotes transportaban en procesión las barcas de la tríada tebana compuesta por el dios Amón, su esposa Mut y  Konshu, hijo de ambos, hasta el templo de Luxor. Una vez aquí permanecían un tiempo y regresaban a Karnak por el río aprovechando el curso de la corriente.

Con el fin de convertir la antigua ciudad de Tebas en el mayor museo al aire libre del mundo, se ha reabierto la gran Avenida de las Esfinges.


 Avenida de las esfinges


Esta avenida o dromos, en su día tenía una longitud de casi 3 kilómetros y servía de nexo entre los dos templos más importantes de Tebas: el de Luxor y el de Karnak. Se trataba de un camino procesional por el que los sacerdotes transportaban las barcas de la triada tebana flanqueados por 1400 esfinges. De estas esfinges, mitad hombre, mitad león, únicamente se han recuperado 650 en las excavaciones.


 Templo de Luxor 

La construcción de este templo, uno de los más espectculares de Egipto, es obra de dos faraones Amenofis III de la XVIII dinastía y Ramsés II, de la XIX.

Primer Pilono y obeliscos

A nuestra llegada, nos recibe un enorme obelisco de 25 metros que simboliza un rayo de sol petrificado. El obelisco que le acompañaba inicialmente fue donado a Francia en 1831 y en la actualidad puede verse en la plaza de la Concordia de París.

Inmediatamente detrás reposan dos figuras sedentes de Ramsés II y, en la fachada de este primer pilono, veremos grabadas escenas de la legendaria batalla de Qadesh que representan la victoria sobre los hititas.

 Gran patio de Ramsés II

Setenta y cuatro columnas papiriformes distribuidas en dos hileras componen este patio de 55 metros de longitud y que constituía el único lugar al que el pueblo tenía acceso durante las procesiones.


A la derecha de la imagen se haya la mezquita de Abu el Haggag que fue construida sobre las ruinas del templo de Luxor en el siglo XIII lo que ha impedido que este pudiera ser excavado en su totalidad.

Columnata de Amenhotep III


El inicio de este columnata lo marcan dos colosos sedentes de Ramsés II con la reina Nefertari vestida como la diosa Hathor, en su pierna derecha. Dos filas con siete columnas de 16 metros de altura cada una conecta los dos patios el templo: el de Ramsés II y el de Amenhotep III.


En 1989 unos obreros dieron con un escondite que guardaba 26 estatuas faraónicas que habían sido enterradas por los sacerdotes del templo en la época en la que el emperador Augusto convirtió Egipto en una provincia romana.

Patio peristilo de Amenhotep III





A continuación nos encontramos con este patio que se comunicaba con la columnata a través de una escalera ya que se hallaba más elevado que aquella.

Sala Hipóstila

Siguiendo con nuestra visita llegamos a la primera sala del templo de Opet que era el vestíbulo que servía de acceso a la Sala de Ofrendas, el Santuario de la Barca y la Sala del Nacimiento.


El santuario de la Barca de Amón fue transformado por Alejandro Magno tras conquistar Egipto y, en la parte final de recorrido se encuentra un santuario romano dedicado al culto imperial.

En el siglo III d. C., el recinto del templo fue fortificado  y transformado en un fuerte romano hasta que con el tiempo cayó en el olvido.

Templo de Horus en Edfú

Nos encontramos en la ciudad de Edfu, en la ribera occidental del Nilo, ante uno de los templos más grandes y mejor conservados de Egipto, con una longitud de 137 metros y una altura de 36 metros. Solo le supera en dimensiones el Templo de Karnak en Luxor.  


Fue Ptolomeo XII, padre de la famosa Cleopatra, uno de los grandes artífices del templo aunque su construcción se inició un siglo y medio antes, en tiempos de Ptolomeo III. La obra  duró 180 años y se llevó a cabo sobre unas ruinas mucho más antiguas que se remontan a Ramsés III.

En el año 391 d. C. al prohibirse el culto no cristiano por parte del Imperio Romano, quedó abandonado y muchos de los relieves tallados fueron incendiados por los cristianos que llegaron a dominar Egipto.

Permaneció sepultado bajo la arena  y con casas construidas en la parte superior durante siglos hasta que en 1860, Auguste Mariette, emprendió las labores de rescate.

Qué ver dentro de este espectacular templo:

Entrada o Pilón del Templo de Horus


La entrada es una de las mejor conservadas de Egipto. Las enormes paredes de piedra arenisca están cubiertas de inmensos jeroglíficos que imitan la arquitectura de las épocas faraónicas anteriores.

Sala Hipetra o patio


Tras atravesar las puertas de 37 metros de altura nos espera el patio de entrada donde las paredes aparecen decoradas con relieves de Horus y Hathor y 32 columnas rematadas con capiteles de diseños florales y palmeras rodean el recinto.

La puerta de acceso al interior del templo está custodiada por Horus. Esta mole de granito negro porta la doble corona del Alto y Bajo Egipto.

Vestíbulo

Nos encontramos ahora en la parte más antigua del templo y de proporciones más pequeñas, con 12 columnas y dos salas: el Salón de la Consagración donde se vestían parara los rituales a la izquierda y, a la derecha, la biblioteca del templo.


El techo de esta estancia aparece quemado debido al incendio de todo vestigio religioso no cristiano del siglo IV.

Llegamos a la puerta que conduce a la siguiente sala y donde vemos un relieve de la barca solar guiada por dos figuras de Horus con cabeza de halcón.

Salón Hipóstilo

Aquí nos encontraremos de nuevo con dos hileras de columnas sobre las que descansa un techo repleto de relieves con motivos astronómicos y representaciones del cielo.

En una de las cuatro pequeñas salas vemos el famoso laboratorio donde los sacerdotes mezclaban el incienso para los rituales y donde están las fórmulas de las esencias y ungüentos egipcios que, más tarde, emplearían los franceses en la elaboración de los populares perfumes que se comercializan hoy en día.

Sala de ofrendas

Se trata de la primera antecámara que comunica con las terrazas por una escalera. Aquí los sacerdotes del templo dejaban las ofrendas a los dioses. Avanzando llegamos a la segunda antecámara que también cuenta con un pequeño patio para las ofrendas.

Santuario

Por último, llegamos al santuario del dios Horus y la parte más importante de Templo de Edfu. Tres aberturas cuadradas en el techo se encargan de iluminar la estancia donde se encontraba la estatua dorada de Horus sobre el santuario de granito que aún perdura  y que se ha convertido en la reliquia más antigua del templo. 


En la cámara del norte se muestra una réplica de la barca de madera en la que se sacaba en festivales y procesiones la estatua dorada de Horus. La barca original  se puede visitar en el Museo del Louvre, en París.

Pasaje de la victoria

En la parte posterior del templo, tras el Salón Hipóstilo, tenemos el Pasaje Interior decorado todo él con relieves e inscripciones que reproducen las batallas entre Horus y el dios del infamando, Seth, representado por un hipopótamo.
Tomando una escalera subterránea desde aquí, en el lado este, está el nilómetro.

Nilómetro



Para medir las crecidas del río y obtener los datos necesarios para predecir las cosechas venideras, los antiguos egipcios se ayudaban de los nilómetros o pozos con los distintos niveles de profundidad inscritas en egipcio demótico.

Mammisi

El Mammisi o Casa de Nacimiento se ubica al oeste de la entrada del templo de Horus. Esta estructura era el lugar del Festival de la Coronación que se celebraban anualmente  y en el que se representaba el nacimiento divino de Horus y el faraón reinante.

Vídeo del templo