martes, 31 de mayo de 2022

Aínsa, uno de los pueblos bonitos de España



Este pueblo de la provincia de Huesca se localiza en lo alto del Pirineo oscense en la comarca de Sobrarbe. La leyenda sitúa su nacimiento allá por el año 724. Cuenta la misma que cuando los cristianos se batían en armas contra los musulmanes por la conquista de estas tierras, sus fuerzas empezaron a flaquear y por consiguiente a perder posiciones en la batalla. Es entonces cuando aparece una Cruz de Fuego sobre una carrasca que les infunde el valor y fuerza necesarios para resistir hasta hacerse con la victoria.


Callejear por el empedrado suelo de la Villa es sumergirse en el tiempo y empaparse en la diversidad que celtas, romanos, musulmanes y cristianos han sabido plasmar como nadie en sus añejas calles, el castillo, la muralla con sus puertas, la plaza Mayor, la Iglesia de Santa María o las fachadas de la casa Arnal y Bielsa. Todo este legado constituye un patrimonio cultural de valor incalculable que en 1965 ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Rincones que no te puedes perder:

Castillo de Aínsa

Se llega al castillo desde la Plaza Mayor y se accede a él por la única puerta que hasta hace poco contaba con un foso y el correspondiente puente levadizo.

Esta fortaleza fue levantada en dos fases que han dado como resultado un recinto defensivo complejo en sus intentos de adaptarla a las exigencias militares de cada momento. La primera fase, de mediados del siglo XI, surge de la necesidad de protegerse de posibles ataques musulmanes. La segunda fase responde a la reforma realizada en el siglo XVII cuando las amenazas proceden del otro lado de los Pirineos.

La Torre del Homenaje es la parte más antigua del castillo y está rodeada de un recinto amurallado donde se refugiaban los habitantes De la Villa en caso de peligro.

Iglesia parroquial de Santa María


Este templo de gran sobriedad decorativa fue levantado entre los siglos XI yXII y constituye todo un ejemplo del románico del Alto Aragón.

La torre, de considerable altura que se encuentra adosada a la iglesia ejercía una función militar a la vez que religiosa debido a su estratégico emplazamiento.

La iglesia se comunicaba con el antiguo hospital de peregrinos cruzando un pasadizo ubicado sobre la bóveda del Arco de Hospital, en su extremo meridional.

Plaza mayor


La Plaza Mayor de Aínsa es considerada como una de las más bellas plazas medievales de España. Sus grandes dimensiones se cree que están relacionadas con la época de construcción (siglos XII y XIII que coincidirían con la etapa de mayor prosperidad de la Villa.

En la actualidad aún se mantienen en perfecto estado los edificios y casas originales cuyo elemento más característico son sus porches laterales con un arcos de medio punto y ojivales pero todos únicos y diferentes entre ellos.

Se puede acceder a ella por el Portal Alto que se encuentra en el lado oriental y parte más estrecha de esta plaza de planta trapezoidal que se va ensanchando en dirección al castillo.

Casa de Bielsa


La institución de la Casa es el pilar básico de Lal vida en la montaña. Este concepto no solo abarca la vivienda físicamente entendida sino también los propios miembros de la familia y todas sus posesiones, incluidos edificios secundarios, campos o animales.

Es parte de un sistema social, muy frecuente en todo el Pirineo, que se basa en la presencia de un único heredero que garantiza la permanencia íntegra del patrimonio familiar. Esto explica que todas las casas tengan su nombre propio, muchas veces incluso más antiguo y distinto del apellido de sus actuales propietarios.

Los miradores que presenta casa Bielsa son los más hermosos de toda la villa. Estos ejemplos de ventanas con parteluz son algo posteriores a la época medieval. Su función principal es la de realzar su aspecto exterior para aumentar el prestigio de sus propietarios.

El escudo de armas de la familia de los Bielsa es uno de los pocos que quedan en la población.

Puertas

Junto con algunos lienzos de las murallas en diferentes partes del pueblo, son cinco las puertas que se conservan de las siete con las que contaban los dos recintos amurallados de Aínsa: Portal de Abajo, Portal de Afuera, Portal Alto, Portal de Tierra Glera y Portal del Callizo.



El recinto amurallado inicial formado por las calles y la iglesia de San Salvador -hoy desaparecida- más la iglesia de Santa Maria, fue ampliado entre los siglos XIV y XV uniéndose el castillo, la Plaza y varias casas lo que dio lugar a un segundo recinto amurallado.

Video de Aínsa

lunes, 30 de mayo de 2022

Pasarelas de Alquézar



Mapa del inicio de las pasarelas

Compra del ticket 

Haciendo clic en el enlace accedemos a la página del Ayuntamiento de Alquézar donde pueden adquirirse las entradas online. El coste es de 4 euros día:

Tickets Pasarelas

También se pueden comprar a la entrada del recorrido, cerca de la plaza Rafael Ayerbe, justo al lado del Ayuntamiento. 

La ruta

Inicio:

Si se deja el coche en el aparcamiento, llegaremos al punto de inicio del recorrido bajando desde el mismo y callejeando por el centro de Alquézar. No hay pérdida pues hay señales que nos guían por todo el casco histórico hasta este punto.

El sendero se inicia cerca de la plaza Rafael Ayerbe, antigua plaza Mayor, justo al lado del Ayuntamiento de la Villa. Aquí podremos adquirir nuestro ticket en una máquina o previamente en la web sin ningún problema. Yo lo hice de esta última manera el día anterior seleccionando la hora que me interesaba y, aunque me adelanté unos 30 minutos me dejaron iniciar el trayecto igualmente al tratarse de un miércoles y con poca afluencia de gente.

A pocos metros hay una fuente donde se puede coger agua para el camino pues recomiendan llevar bastante líquido para abordar, sobretodo, el último kilómetro que es en continuo ascenso y sin sombra. 

El comienzo de la ruta está cerrado con una cadena y llegada la hora un responsable de la misma informa antes de abrir el candado sobre la misma y soluciona las posibles dudas.

Primer tramo. Bajada al Río Vero por el Barranco de la Fuente

A través del frondoso Barranco de la Fuente descendemos desde Alquézar hasta el Río Vero, encajonado entre impresionantes paredes calizas. Veremos la Colegiata de Alquézar en lo alto a nuestra derecha y la Peña Castibián a la izquierda.


Esta bajada es la parte más técnica del recorrido debido al desnivel constante y a que el suelo es bastante irregular pero en algunos tramos está acondicionada con pasarelas de madera para salvar los obstáculos del terreno.


Segundo tramo. En el Río Vero

La Cueva de Picamartillo. Una vez llegamos al cauce del río, y antes de tomar las primeras pasarelas aéreas que vemos a nuestra derecha y que fueron puestas por el Ayuntamiento, es muy recomendable visitar la Cueva de Picamartillo que está a unos 100 metros siguiendo la señalización. Es una curiosa oquedad formada por la erosión de agua.

Trayecto por el río hasta el Azud. Una vez vista la cueva, volvemos sobre nuestros pasos y tomamos el primer tramo de las pasarelas aéreas, bajamos después de nuevo al cauce del río, donde oiremos el estruendo del salto de agua en el Azud.

La infraestructura de la antigua Central Hidroeléctrica: Azud, Canal, Pasarelas y Central. Este tramo se inicia en el Azud, construido para tomar el agua que más abajo generaba electricidad en la Central. Las pasarelas permitían a los operarios mantener la infraestructura de Azud, Canal y Central, a la que finalmente llegaremos. Disfrutaremos en este tramo del Cañón del Vero, del tremendo caos de bloques de rocas, oquedades, pozas y agua. El agua es de un color turquesa espectacular en la primavera debido a los deshielos y más marrón en temporada de riadas y tormentas. 


Pasarelas hasta el Mirador. Desde el edificio de la antigua Central Eléctrica, ascendemos suavemente por un sendero que, girando a la izquierda, nos llevará hasta el último tramo de las pasarelas. Es el más moderno y más aéreo y por él llegaremos hasta el Mirador del Vero donde nos esperan unas maravillosas vistas del río, el barranco y Alquézar.


Tercer tramo. Regreso a Alquézar

Por una pista algo empinada, entre almendros, olivos y frondosos huertos, retornamos a Alquézar.

El sendero nos deja en el parking que hay justo debajo de la iglesia de San Miguel. Si subimos en dirección a esta, llegamos a la plaza del frontón, cerca de la Oficina de Turismo.

Track de la ruta

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Vídeo de la ruta

Rincones inolvidables de Alquézar


En el último cañón que envuelve el río Vero, al pie de las sierras de Balcez y Olsón, se encuentra Alquézar. Al visitar esta villa cuya presencia se alza a 660 metros de altitud, enseguida se entiende porqué forma parte de la asociación de Los pueblos más bonitos de España y es que su impresionante paisaje de calizas, su majestuosa Colegiata, las vistas que nos regalan sus miradores, no dejan a nadie indiferente.


El trazado del casco urbano se ha ido adaptando a las curvas de nivel, al tiempo que se protegía de los rigores climáticos. Actualmente aún conserva la estructura y fisonomía medieval originaria cargada de sentido práctico y de misterio a partes iguales.

Al final del artículo dejo un mapa de localización para realizar andando con todos los rincones que destaco en el texto.

Rincones que no te puedes perder:

Colegiata Santa María la Mayor

Esta construcción del siglo IX d. C. es una colegiata-castillo levantada por Jalaf Ibn Rasid con el fin de impedir el avance de los reinos cristianos del norte.

La fortaleza se ubica en el punto más elevado de la población de Alquézar, coronando un abrupto escarpe rocoso entre las dos gargantas profundas talladas por el río Vero.

La actual colegiata se compone de dos espacios claramente diferenciados: por un lado, la iglesia que sustituye a la primitiva construcción románica; y por otro, el claustro, que fue ampliado con un segundo piso que hoy alberga el Museo de Arte Sacro.

Llama también la atención la torre central de la parte más alta de la muralla de Alquézar, conocida como el esconjuradero porque antaño se tenía la creencia de que las tormentas eran provocadas por las brujas y por lo tanto había que deshacer el conjuro. Esto se llevaba a cabo tocando las campanas e invocando a Santa Bárbara.


Plaza de Rafael Ayerbe o Plaza Mayor

Esta plaza constituye el corazón histórico y uno de los rincones con mayor atractivo de Alquézar. Nace como resultado de una comunidad de intereses planteada por los vecinos que deciden construir aquí una plaza porticada pero sin ningún criterio arquitectónico. El resultado es una plaza de formas irregulares, con soportales diferentes: unos son adintelados, otros poseen arcos de medio punto; en unos casos, algunos de ellos se apoyan sobre pilares mientras que otros lo hacen sobre columnas.


Sobre los soportales, se alzan las  fachadas decoradas con balcones, aleros y blasones pero también de diferentes dimensiones y composición.

Se sabe que en el año 1528 Carlos V otorgó a Alquézar la licencia de celebrar un mercado semanal y una feria anual por lo que la plaza se convirtió en un espacio comercial que vino a dinamizar la cotidianidad de Alquézar. Los soportales servían de protección a los vecinos y sus productos ya que les permitían resguardarse del sol y de la lluvia sin necesidad de cesar la actividad mercantil.

Ermita de Nuestra Señora de las Nieves

Discreta, sin llamar la atención, al resguardo de dos casas, se encuentra esta pequeña ermita, poco antes de llegar a la porticada Plaza Mayor.


En el siglo XVII, los canteros esculpieron su fachada siguiendo los cánones de la arquitectura religiosa popular. La puerta de acceso al templo es de arco de medio punto.

Como dato curioso, si nos fijamos en una antigua puerta en desuso que hay junto a la ermita, veremos una jamba donde hay grabadas las siluetas de dos zapatos. ¿Será que alguna vez aquí un olvidado zapatero ejerció su profesión?

Iglesia de San Miguel

Esta iglesia de estilo barroco fue levantada en uno de los extremos de la localidad sobre un templo anterior a finales del siglo XVII. 


Para poder hacer frente a los costes de la obra, se pedía limosna todos los domingos por las casas de la villa y se aceptaba todo tipo de donativo: dinero, pan, huevos; incluso los posos del aceite que se donaba cada año para la construcción, eran vendidos a un jabonero de Huesca.

La sobria decoración de su interior responde a que, durante la Guerra Civil española, la mayoría de los retablos y otros objetos litúrgicos fueron destruidos. Se mantiene el gran retablo mayor de estilo barroco.

Mirador Sonrisa al viento

Para obtener las mejores vistas panorámicas de Alquézar hay que acercarse a este mirador que se encuentra al pie de la carretera que llega a la localidad. También nos permitirá ver el último tramo del profundo cañón del río Vero.


La escultura a modo de mirador "Sonrisa del viento" nace en el año 1990 en un encuentro de escultores al aire libre que dejó otros testimonios artísticos en el casco urbano de la localidad.

Pasarelas del río Vero


Para ver la ruta y ampliar la información…

Mapa de los sitios

Vídeo de Alquézar

domingo, 29 de mayo de 2022

Qué ver en Huesca


Asentada en lo alto de un cerro a 483 metros de altitud, Huesca está situada en una amplia depresión conocida como la Hoya o la Plana. Muy cerca se localiza la sierra de Guara una de las principales sierras exteriores del Pirineo.

Con más de 6000 años de historia a sus espaldas, fueron los íberos sus primeros pobladores y puede presumir de haber tenido moneda propia. La capital oscense guarda en sus museos y calles los restos arqueológicos y edificaciones de tan lejano pasado.

Al final del artículo dejo un mapa de localización para realizar andando con todos los rincones que destaco en el texto.

Rincones que no te puedes perder:

 Casino de Huesca

El arquitecto catalán Ildefonso Bonells, es el encargado del proyecto de este edificio modernista del Círculo Oscense, club social y recreativo de la época en el que se abrieron salas de juego, de ahí que sea conocido como el Casino de Huesca. Fue construido a principios del siglo XX y se ha convertido en uno de los edificios más significativos de la ciudad reinando majestuoso en la Plaza Navarra.

Con la dictadura de Primo de Rivera, al prohibirse el juego, sin partidos y sin cuotas de socios, perdió sus ingresos. La Segunda República lo convirtió en Casa de la Cultura, la Guerra Civil en hospital militar y en 1951 pasó al Ayuntamiento de Huesca y resurgió.

Parque Miguel Servet

Este espacio natural situado en el centro de la capital e inaugurado en 1930, es el pulmón verde donde contemplar una variada flora y fauna además de pasear entre un gran conjunto de esculturas repartidas por los distintos rincones del recinto. 

Fue construido sobre los antiguos jardines de la Casa Lastanosa, importante figura de la nobleza oscense y lleva el nombre de Miguel Servet en memoria del ilustre teólogo y pensador aragonés, nacido en Villanueva de Sigena.

Plaza Luis López Allué o del Mercado


Hasta el año 1976, esta plaza funcionaba como mercado de ahí que sea más conocida popularmente como la Plaza del Mercado. Se encuentra ubicada dentro del recinto del Casco Histórico de la ciudad. Su estilo es muy similar al de las clásicas y tradicionales Plazas Mayores españoles con un trazado rectangular de aspecto compacto y unitario.

 Monasterio de San Pedro el Viejo


Este edificio románico del siglo XII era conocido como "Iglesia antigua De San Pedro el Viejo de Huesca" y se trata de uno de los conjuntos históricos más importantes del románico aragonés. En sus orígenes fue templo romano, después visigodo, más tarde mozárabe y finalmente románico. 

Cuando el rey Pedro I conquista Huesca en la batalla de Alcoraz, el templo es donado al monasterio francés de San Ponce de Tomeras por lo que pasa a funcionar como monasterio benedictino y es reformado para adaptarlo a tal fin.

Junto a la portada decorada con un llamativo crismón, elemento habitual del románico aragonés, destaca su espléndido claustro que conserva numerosos capiteles originales.

Catedral de Huesca

Conocida popularmente como la "Catedral de Santa María",  oficialmente es denominada Santa Iglesia Catedral de Jesús Nazareno. Fue mandada construir por Jaime I el Conquistador en el año 1273 aunque su edificación no concluyó hasta principios del siglo XVII. 


Se halla enclavada en el lugar más elevado del cerro que dio origen a la ciudad de Huesca y donde se ubicaba la antigua mezquita mayor musulmana. Este templo de estilo gótico primitivo comparte espacio con otros edificios de gran valor histórico como el Ayuntamiento, el monasterio de San Pedro el Viejo o el convento de San Miguel.

Llama la atención la espléndida decoración de su fachada que vemos coronada por pináculos y cuyo aspecto no ha cambiado respecto al que presentaba hace cinco siglos.

Hay que destacar también la Torre campanario. Como dato curioso señalar que, hasta el año 1937 un imponente chapitel coronaba la torre hasta que, un accidente acaecido durante la Guerra Civil lo destruyó por completo y su azotea quedó plana.

Otro de sus grandes atractivos es el interior presidido por un altar Mayor cargado de imaginería y realizado en alabastro que, en un espectacular tríptico, muestra  tres escenas que representan la pasión de Cristo.

En las naves laterales del edificio, 14 capillas revelan el carácter funerario del templo ya que todas ellas están dotadas con sepulcros pertenecientes a antiguas familias nobles que sufragaron los costes de la construcción a cambio del derecho de enterramiento.

 Muralla

Rodeando el casco histórico de Huesca se alza la Muralla cuya historia se remonta al siglo IX, cuando la Península formaba parte del Califato de Córdoba. Llegó a tener un perímetro de dos kilómetros y a contar con 99 torres defensivas que distaban entre sí 22 metros. Actualmente, de todas ellas, solo podemos ver la llamada Torre del Septrión que nada tiene que ver con su aspecto original ya que fue remodelada siglos después de su construcción en estilo gótico.


Para entrar o salir de la ciudad había que hacerlo atravesando una de las siete puertas de Waska, de las cuales únicamente se conserva parte de La Porteta, cerca de la plaza de Toros.

Fue en la muralla donde murió alcanzado por una flecha el rey aragonés Sancho Ramírez.

Por su importancia histórica, la muralla fue proclamada Bien de Interés Cultural de Aragón en el año 2006 y en los últimos años ha estado sometida a un importante proceso de restauración para devolverle su antiguo esplendor. 

Convento e Iglesia de San Miguel

A este convento se le conoce popularmente como "Las Miguelas" y se sitúa a la derecha del río Isuela. Fue fundada por Alfonso I el Batallador en 1110 y en él destaca, sobretodo, la esbelta torre románica, los alargados ventanales y los recios contrafuertes del ábside gótico.

A partir de siglo XV en sus dependencias se reunía anualmente el Concejo de Huesca pero será desde el XVII cuando el convento es ocupado por las monjas de la orden de Carmelitas Calzadas que se ocupan de del cuidado de las instalaciones.

 Mapa de los sitios

Vídeo resumen