En pleno Parque Natural Montaña Palentina, en un lugar de ensueño rodeado de bosques donde abundan el acebo, el tejo, los robles y las hayas, nos espera Brasoñera, considerado el "Primer Ayuntamiento de España". Este honor se debe a que en el año 824, Munio Núñez, conde de las tierras conocidas como La Braña Osaria, concedió la Carta Puebla a sus súbditos a fin de organizar la expansión poblacional tras la invasión musulmana.
A nuestro alrededor veremos las típicas casas tradicionales de piedra y madera de roble con su característico color rojizo que se mezclan con los restos medievales en forma de pequeños arcos.
¡Empezamos!
Mapa del sitio
Lugares de interés
Casco Antiguo
Pasear por el casco antiguo de brasoñera es caminar por calles empedradas jalonadas por las típicas casas propias de la arquitectura rural de la montaña palentina que reflejan la vida en el campo de otra época.
Entre sus viviendas destaca la Corralada, un conjunto de casas que dan fe de ello. Tampoco pasan desapercibidas las numerosas fuentes que nos vamos encontrando a lo largo de nuestro recorrido.
También merece la pena acercarse hasta el Mirador de Argilo que nos ofrece una espectacular panorámica de la zona y su entorno.
Ayuntamiento
En la parte alta del pueblo está el edificio del Ayuntamiento donde la figura de un oso a la entrada del mismo, recuerda a todo el que pasa por aquí el año de su fundación, el 824.
Respecto al oso hay un hecho en Brasoñera que tiene como protagonista a este úrsido. Y es que en el año 1988 apareció muerto un ejemplar de oso pardo de más de 200 kg. Este fue abatido por un cazador cuando el animal apareció de improviso dispuesto a atacarle. Fue tal la trascendencia de lo sucedido que el caso llegó a los tribunales donde el hombre fue absuelto. Los habitantes de Brasoñera apodaron como "el Rubio" al oso que se convirtió en un símbolo de la lucha por la defensa de esta especie en peligro de extinción en la Cordillera Cantábrica.
Iglesia de Santa Eulalia
Esta iglesia en la que aún pueden verse restos de su factura románica fue consagrada por el obispo de Burgos, don Pascual, en torno al siglo XII. Para su construcción se empleó sillería de arenisca rojiza propia de la sierra de Híjar y que es conocida como "piedra brasoñera". Tras las revueltas mineras acontecidas en el año 1934, el templo hubo de ser sometido a profundas transformaciones.
Uno de los elementos más destacables es su portada, formada por arcos de medio punto y donde podemos ver decoración con motivos vegetales en una de sus arquivoltas.
Pero si hay algo que representa en toda su esencia a las iglesias románicas de la Montaña Palentina, es la espadaña, construida con vanos de medio punto y cuyos capiteles están embellecidos con dragones y temas vegetales en bastante ma estado de conservación.
Short de Brañosera
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