martes, 22 de febrero de 2022

Ruta de los Palacios de Llanera, Asturias

 

El recorrido, todo un clásico para hacer en bicicleta, se inicia y termina en Posada de Llanera. Todo él transcurre por un terreno llano ya que el concejo de Llanera alcanza una altitud máxima de 600 metros. Sin embargo, en esta ocasión, hay trampa puesto que he decidido hacerlo en coche...  “Ya no está una para muchos trotes”.


Palacio de Villabona

El Palacio de Villabona o la Casa-Palacio de Villabona es uno de los monumentos mejor conservados del concejo. En su día perteneció a una de las familias con mayor linaje del concejo, los Alonso de Villabona, que la habitaron entre los siglos XVI y XVII.

El edificio originario se inició con una pequeña capilla, mandada construir en 1625 en honor a los Reyes Magos y que fue levantada por el mismo arquitecto de la girola de la catedral y el ayuntamiento de Oviedo. En la puerta de acceso al recinto palacial se han localizado restos de decoración románica procedentes de una antigua iglesia.


La imagen solo nos deja ver una parte de los jardines y, al fondo, con timidez asoma la capilla. Llegamos hasta el mismo palacio y, al tratarse de una propiedad privada pedimos permiso para hacer una foto pero la dueña que se encontraba en las instalaciones no dio su autorización...¡una pena! Lo que pude ver me pareció una maravilla; un complejo bien conservado y cuidado.

Desde el año 1981 este palacete es Monumento Histórico-Artístico. 


Palacio de  Villanueva


Fue el matrimonio formado por María Alonso de Quirós y Andrés Díaz de Villanueva quienes mandaron construir este monumento declarado Bien de Interés de Cultural.

En la actualidad corresponde a la familia del conde de Revillagigedo.

La planta y el alzado siguen los esquemas clasicistas de otros palacios de la zona central asturiana, de tipo rectangular.


Palacio Torre de los Valdés

Esta torre como otras muchas, tiene también su leyenda: se cuenta que Don Diego Menéndez de Valdés, apodado "El Valiente", dueño y señor de la Torre de San Cucao, se negó a prestar auxilio a don Enrique de Trastámara, quien luchaba por el trono de España contra su hermano el rey don Pedro. Cuando murió el rey y Enrique subió al trono, don Diego fue perseguido. Tal fue la saña de la persecución, que para salvar su vida, se vio obligado el noble caballero asturiano a recluirse en un monasterio de Galicia.

Pasados los años, y durante unas fiestas reales, acontecieron una sucesión de luchas en las que los guerreros españoles fueron derrotados por los franceses. El monarca pide entonces la ayuda de nuevos caballeros que tomaron parte en dichas luchas. Así se presentó en la plaza un caballero vestido de negro y con el rostro cubierto por la visera del casco. Uno a uno fue derrotando a los caballeros galos para gran satisfacción del rey.

Terminado el espectáculo, llamó el monarca al desconocido caballero, a quien preguntó quién era: 

-"Soy un antiguo vasallo de vuestra Majestad, que no os quiso dar posada ni ayuda cuando vos la demandasteis en San Cucao de Llanera; mi casa está arrasada y mis tierras sembradas de sal".

El rey, como premio a su valentía, le devolvió sus tierras con el perdón. Don Diego volvió a Llanera y reedificó su torre en el solar .



Si algo llama la atención paseando por Llanera es ver a gran cantidad de caballos pastando por la zona y es que en Villardeveyo se encuentra el único centro de doma clásica de caballos de Asturias.


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