sábado, 11 de junio de 2022

Un día de ruta por Lleida y alrededores

 Esta provincia de paisajes muy diversos, se encuentra ubicada en un enclave geográfico privilegiado, al noreste de la península ibérica. Francia, Andorra, Gerona, Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Huesca la rodean marcando sus límites y, un consolidado tren del Alta velocidad, ha contribuido a situar a Lleida como un destino turístico de primer orden.

Su entorno natural (es la provincia con más hectáreas de territorio ocupadas por bosques), unido a un patrimonio cultural y artístico enriquecido por el encanto de sus pueblos cargados de historia y ancestrales tradiciones la dotan de un atractivo único al que no podemos resistirnos.

Un día por estos parajes han supuesto el aperitivo necesario para saber que habrá que volver para seguir disfrutando de sus maravillosos rincones.

Lleida

Empezamos nuestra andadura en la capital de la comarca del Segriá cuya urbe se estructura alrededor del cerro de la Seo Vieja que domina gran parte de la llanura leridana con su inconfundible silueta.

He de reconocer que no le dedicamos mucho tiempo, tan solo una tarde y en plena ola de calor por lo que decidimos tomar el trenecito turístico que salía del castillo y conformarnos con el paseo por el casco antiguo del que partimos.

Aún así, hemos podido conocer todos estos rincones:

Iglesia de San Lorenzo


A pesar de que a esta joya arquitectónica de estilo románico le quita un poco de protagonismo la siempre imponente Seu Vella, su campanario, de enormes proporciones hipnotiza al visitante allá donde se encuentre. Al llegar a la plaza de Sant Josep, es inevitable no fijarse en los calaitos de la barandilla y las gárgolas originales restaurados en el año 2002.


Acercarse a este lugar es como visitar un museo, tanto por el edificio en sí mismo, como por la riqueza de sus esculturas exentas, relieves, pinturas y capiteles que contiene.

Catedral Nueva


De esta catedral me ha gustado, sobretodo, la historia en torno a la virgen que en ella se venera, la Virgen de Blau. Cuentan las malas lenguas que el escultor, celoso del gran trabajo de su aprendiz que finalizó la imagen mientras él se encontraba de viaje, lanzó a la frente de la virgen un martillo que le causó un gran moretón. De ahí el nombre de Blau que en catalán hace alusión al color morado.

Y puestos a sorprendernos, también llama la atención que la construcción de este edificio haya sido posible gracias a la colaboración conjunta de los leridanos, el rey Carlos III y el obispo Joaquín Sánchez entre los años 1761 y 1781.

Estatua de Indíbil y Mandoni

Bajo el Arco del Puente, la antigua entrada de la ciudad que comunica la calle Mayor con el Puente Viejo, encontramos esta estatua de bronce que representa a los dos caudillos ilergitas que defendieron Lérida de los ataques de los cartagineses y romanos evitando que la ciudad fuera arrasada.

Plaza de Sant Joan

La Plaza de Sant Joan, una de las plazas más características de Lérida, ha sido catalogada como monumento y en ella destacan, la iglesia de Sant Joan, de estilo neogótico, y la monumental Fuente de las Sirenas.

Desde hace siglos se ha convertido en un lugar emblemático e importante punto de encuentro donde conviven en perfecta armonía: ocio, actividades culturales y negocios.

En la plaza se puede coger un ascensor que sube hasta la Seu Vella en un recorrido de 60 metros.

Castillo de la Suda

La Suda, nombre con el que se conoce popularmente al Castillo del Rey, significa área urbana cerrada. Situado en la colina de la Seu Vella, fue construido en diferentes etapas lo que explica sus estilos románicos y góticos. En este edificio residían los reyes de la Corona de Aragón durante el siglo XIII.

En el Castillo de la Suda tuvieron lugar acontecimientos históricos como haber sido refugio del último califa de Córdoba, sede del nacimiento de la Corona de Aragón o testigo del juramento de fidelidad de los nobles catalanes y aragoneses al infante Jaime, futuro Jaime I el Conquistador.

Como consecuencia de varias voladuras que tuvieron lugar durante la guerra del Francés y la Guerra Civil española, en la actualidad solo se conserva la parte meridional.

La Seu Vella

Conocida también como "el Castillo de Lleida", esta singular catedral en cuya construcción se invirtieron más de dos siglos, fue levantada sobre un cerro desde donde se alcanza a ver la comarca del Segriá y la llanura de Lleida.

El templo fue dedicado a Santa María y fue consagrado al culto en el año 1278.






Montfalcó Murallat


Poco más de una veintena de casas de piedra adosadas al muro exterior y en torno a una única calle o alrededor de una plaza central, además de la iglesia parroquial de San Pedro conforman esta villa amurallada perteneciente al término municipal de Les Oluges en el corazón de Lleida. 

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Comarca de l´Urgell

Penelles


Con la intención de difundir la cultura artística en el mundo rural, nace en 2016 el Gargar Festival de Murales y de Arte Rural haciendo de Penelles todo un referente e implicando a la gente en un tema único y diferente con la intención de dinamizar el pueblo y fomentar el turismo.

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Vallbona de les Monges


En el extremo meridional de la comarca del Urgell, se encuentra Vallbona de les Monges donde, con ochocientos años de de presencia monástica ininterrumpida, sobrevive el tesoro más desconocido y sorprendente de la Ruta del Cister que ha marcado el nacimiento y la evolución histórica del pueblo. Estamos hablando de Santa Maria de Vallbona, el único monasterio femenino de la Ruta en torno al cual surgió el núcleo urbano en el siglo XVI. La razón no es otra que la norma del Concilio de Trento según la cual los monasterios femeninos no podían permanecer aislados.

Origen

Hacia el 1573 las monjas del monasterio con su abadesa, Estefanía de Piquer al frente, pidieron a los habitantes de Montesquieu que fueran a vivir alrededor del monasterio a cambio de recibir tierras y bienes situados dentro del primer recinto de la clausura monástica. Tras aceptar la propuesta surge Vallbona de les Monges.




Vallbona de les Monges cuenta también con bonitas calles y rincones que invitan a callejear para descubrirlos.



Los antiguos lavaderos municipales, la iglesia parroquial, la fuente de la plaza del monasterio o las cabañas de bóveda de la zona son otros atractivos monumentales del término.


Estima Ocells



¿Alguna vez te has encontrado con un espantapájaros concebido para no espantar? Son los "Estimaocells" una peculiar iniciativa que conocí por casualidad en Vallbona de les Monges.

Se trata de aproximadamente una cuarentena de figuras creadas para que los pajaritos  encuentren en ellas un lugar donde dormir  y alimentarse.

Cada estimaocells ha sido hecho con materiales reciclables por un vecino del pueblo que enseguida se unieron entusiasmados al proyecto de Eduard Viver, médico de profesión y gran aficionado naturalista.

Guimerá

Guimerá se asienta en la ladera de un cerro y sus casas han sido colocadas de forma escalonada para dotar al pueblo de la mejor de las vistas.

Desde la parte más alta, dominando la población se encuentran la iglesia y la torre del castillo hasta donde podemos llegar caminando por sus empedradas calles medievales.

Iglesia de Santa María

Este templo gótico, del sigo XIV, se encuentra situado junto a las ruinas del antiguo castillo medieval de Guimerá con el que comparte muralla en lo alto de la localidad. Fue mandada construir por el matrimonio formado por Guerau Alemany y Guevara de Rocabertí cuando la población de Guimerá experimentaba un importante aumento.

Su torre campanario que cumplía funciones defensivas, está adosada al muro norte del templo.


Torre de vigía del castillo de Guimerá

Convertida en el resto más significativo del antiguo castillo se ha convertido en todo un icono de Guimerá. Está asentada directamente sobre la roca y tiene una altura de 20 metros lo que la hace visible desde cualquier punto del valle.

En la parte alta hay un mirador al que se accede por una escalera interior.

Ruinas del Monasterio de Vallsanta

En este monasterio de normes arcos y ventanales que ayudó a construir el propio Jaime I vivieron las monjas de la Bovera tras abandonar el convento en el que se habían instalado previamente en el siglo XIII.

El edificio fue abandonado definitivamente en el siglo XVI y sus restos en un entorno repleto de viñas causa sensación desde la carretera.

Cervera

Plaza de la Universitat

Si por algo se caracteriza este municipio catalán, capital de la comarca de la Segarra, es por la riqueza de su patrimonio cultural y monumental. Sus orígenes se remontan al siglo XI y, su devenir histórico hizo que en este territorio se fundara la Generalitat de Cataluña en el año 1359, que los Reyes Católicos firmaran sus capitulaciones matrimoniales y que aquí diera comienzo la Segunda Guerra Carlista; además, en el siglo XVIII, Felipe V mandó construir La Universidad de Cervera como centro único de difusión de conocimiento. 

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