jueves, 16 de junio de 2022

Un paseo por la Villa Condal de Oña, Burgos

 A orillas del río Oca que transita silencioso por la llanura de La Bureba en busca del Ebro, se emplazó la villa de Oña, baluarte defensivo contra la invasión islámica en el siglo VIII. 

Sin embargo, será a principios del siglo XI cuando Oña empieza a despuntar al recibir los primeros privilegios de Fernán González y Sancho García quien funda el Monasterio del Salvador que pronto se convertirá en el más poderoso de toda Castilla.

En la actualidad, Oña muestra a sus visitantes con orgullo el esplendor de su pasado traducido en grandes y majestuosos edificios religiosos y civiles, en los restos de sus murallas y en el conjunto de su trazado urbano.

Rincones del Conjunto Histórico

Este núcleo, declarado Monumento Histórico Artístico, está impregnado de un profundo sabor medieval. Aún se conserva el arco de la Estrella, una de las antiguas puertas, y un tramo del recinto amurallado. Las casas se adosan entre sí formando estrechas calle que se abren en las plazas del mercado, el ayuntamiento y el monasterio.

Ayuntamiento


La puerta del Arco de la Estrella nos lleva directamente a la plaza mayor donde, anexo a la iglesia de San Juan Bautista se encuentra el edificio del Ayuntamiento.

Iglesia de San Juan Bautista y Torre de San Juan


Ambas construcciones se localizan en la plaza del Ayuntamiento. La iglesia, construida entre los siglos XII al XVI,  posee una portada gótica y destaca por su excelente estado de conservación. En el interior se encuentra un calvario medieval proveniente de la cercana localidad de Tamayo y un retablo barroco sin dorar.

Junto a la iglesia se alza la torre de San Juan,  de origen románico y que actualmente alberga el Museo de la Resina, un homenaje a esta actividad que sustentó a la villa durante años y que en la actualidad ya no existe. En la última de sus plantas un mirador nos ofrece una excelente panorámica de toda la villa.

Iglesia Abacial de San Salvador

La iglesia Abacial de San Salvador, separada del monasterio durante la desamortización, constituye el principal hito monumental de Oña, tanto por la gran variedad de estilos artísticos que se conservan como por la extensa cantidad de objetos que contiene y que en algunos casos se trata de piezas únicas que convierten a este edificio en un auténtico museo de Arte.

Se accede a ella por una gran escalinata desde la que ya se vislumbra el Pórtico de los reyes con las esculturas del siglo XIV que representan a los reyes sepultados en su interior.

Antiguo Monasterio de San Salvador



Se trata quizás del principal atractivo que encontraremos en Oña por sus enormes dimensiones, por su fachada de estilo renacentista y porque guarda entre sus muros la historia de una población que estuvo fuertemente ligada a los condes de Castilla y primeros reyes castellanos.

En este monasterio, a mediados del siglo XVI, Fray Pedro Ponce de León ideó el lenguaje de signos o dactilológico.

Judería medieval

La antigua judería medieval se encontraba en una empinada y estrecha calle llamada de Barriuso que sale desde la Plaza Mayor. Documentación de la época muestra las actividades que realizaba la comunidad judía a finales del siglo XVI como el comercio de tejidos, presencia de prestamistas, inversiones en inmuebles...

Son escasos los restos que se conservan. Si nos fijamos bien podremos ver las hornacinas en los dinteles de piedra de los portalones ojivales. 

 

Arco de la Estrella

Se trata de la única entrada de la muralla medieval que permanece en pie hoy en día. 

Muralla medieval y lavaderos

Apenas quedan restos de la antigua muralla que rodeaba la villa medieval de Oña y algún tramo de ella puede verse en la Calle Ronda.





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