lunes, 12 de septiembre de 2022

Egipto, cuarto día: Por las riberas del Nilo

 Como ya viene siendo habitual, a las cinco de la mañana nos dirigimos al Templo de Efú, el mejor conservado de Egipto y dedicado al dios halcón Horus. El trayecto de ida y vuelta lo hicimos  en calesa sin opción a otro medio de transporte. Está claro que en la mentalidad del lugar no consideran explotación animal el uso que hacen de ellos. El turismo constituye claramente su principal fuente de ingresos y la necesidad de supervivencia no responde a la ética o valores occidentales. 


Como se puede ver en la imagen, no limpian ni mantienen unas condiciones de higiene mínimas las calles y lugares de afluencia y, a la suciedad y basura hay que añadir el polvo que se levanta continuamente debido la gran cantidad de arena que se acumula en ellos.

Templo de Horus en  Edfú

Nos encontramos en la ciudad de Edfu, en la ribera occidental del Nilo, ante uno de los templos más grandes y mejor conservados de Egipto, con una longitud de 137 metros y una altura de 36 metros. Solo le supera en dimensiones el Templo de Karnak en Luxor.  

Para  ampliar la información…


Regresamos a las 8:00 a la motonave, desayunamos y continuamos navegando  rumbo a Luxor a través de Esna lo que supone tener que cruzar la esclusa, todo un espectáculo.


Esclusa de  Esna

El diccionario define una esclusa como un recinto con compuertas que se construye en un canal de navegación para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de distinto nivel mediante el llenado y vaciado del espacio comprendido entre dichas compuertas.

Junto a las ciudad de Esna se encuentra la esclusa del Nilo, paso para poder salvar un desnivel de 10 metros aproximadamente y que se ha convertido en una parada obligatoria para todos los cruceros que navegan por el río.


Atravesamos en primer lugar la antigua esclusa, abierta y sin desnivel que se localiza a escasos metros de la nueva. Es una especie de pequeño canal por el que tiene que pasar el barco y con el ancho justo para una sola nave. 


La espera se puede prolongar dependiendo del número de barcos ya que únicamente entran dos de cada vez y el tiempo de vaciado o llenado es de 30 minutos aproximadamente. Es entonces cuando los comerciantes se acercan al muelle caminando para negociar. Otros, en cambio  lo han hecho navegando en pequeñas barcas a remo y nos han acompañado a los largo de todo el trayecto ofreciendo manteles a 1 euro y de dudosa calidad o chilabas aunque sin mucho éxito.


El espectáculo no deja de ser impactante ya que resulta  algo difícil entender que se emplee esta forma de venta en alta mar. El cobro de los artículos nos pareció que lo realizaba un intermediario que se encontraba a bordo gritando instrucciones sin cesar.

El proceso de llenado y vaciado de la esclusa, es otro de atractivos de la navegación por el Nilo


Templo de Lúxor 

Una vez llegados a Lúxor no toca acudir a su fabuloso Templo.

En la antigua Tebas, situada en la ribera oriental del río Nilo, la Gran Avenida de las Esfinges, con una longitud de casi 3 kilómetros, unía dos de los templos más importantes del lugar: el templo de Karnak y el de Luxor.


Para  ampliar la información…

Tras la visita nos estaban esperando unas calesas para conducirnos por la ciudad de Luxor y después regresar al barco, cenar y pasar la última noche antes dirigirnos a El Cairo.


Recorrido en calesa por Lúxor 

Sobre las ruinas de la antigua capital del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto, Tebas, fue levantada la ciudad de Lúxor.

Contemplar al amparo de la calesa la actividad que se desarrolla en sus calles tras la puesta del sol se ha convertido en toda una experiencia.


Quizás te interese:

Guía de Egipto en 6 días


clic en la imagen

0 comments:

Publicar un comentario