Desembarcamos tras el desayuno rumbo a la antigua necrópolis tebana en la orilla oeste de Lúxor para ver el Valle de los Reyes, donde más de 60 faraones de Egipto tienen su lugar de descanso tallado en los acantilados de la montaña.
Necrópolis de Tebas: El Valle de los Reyes
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Antes de llegar al templo de Hatshepsut, una parada en la tienda de las piedras donde antes de entrar se nos hizo una demostración de cómo trabajan y tallan las mismas.
Templo de la Reina Hatshepsut
Cerca del Valle de los Reyes, en El Deir El Bahari, se encuentra este templo funerario construido en honor a Amon-Ra con quien se asociaba a Hatshepsut. Tallado directamente en la roca, justo al lado está el templo funerario de Mentuhotep II que fue utilizado como modelo.
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Los Colosos de Memnon
Desde hace la friolera de unos 3.400 años, con sus manos sobre las rodillas, impasibles y en posición sedente, encontramos a los Colosos de Memnón. El paso del tiempo ha dejado huella en estas estatuas de arenisca de cuarcita que representan al faraón Amenhotep III. Hoy presentan el rostro desfigurado y el cuerpo deteriorado pero aquí continúan fieles a lo que fue su cometido: presidir el inmenso templo funerario que, sin poder remediarlo, se fue desintegrando a sus espaldas.
Las dos gigantescas estatuas gemelas de 18 metros de altura y 700 toneladas cada una fueron transportadas a lo largo de 675 kilómetros hasta ser colocadas sobre un pedestal de 4 metros en su ubicación actual.
La leyenda de los Colosos cantores
Cuenta la leyenda que allá por el año 27 a. C. un terremoto dañó el conocido como coloso norte derribando parte de él. A partir de ese día, el otro coloso, cada mañana al amanecer, comenzó a cantar.
Este curioso hecho fue registrado por los historiadores y geógrafos griegos Estrabón y Pausanias quienes relataron que los sonidos eran semejantes a un golpe o al ruido que produce la cuerda de una lira al romperse. En el año 199 d. C. el emperador romano Séptimo Severo ordena la reconstrucción de la estatua, hecho que consigue acallar los misteriosos sonidos.
Volvemos a la motonave para hacer la última de las comidas ya que por la tarde tomaremos un vuelo en el aeropuerto de Lúxor con destino a El Cairo.
Después de la contemplación de estas espectaculares momias subimos en una pequeña nave a motor para dirigirnos a comer a un restaurante flotante y, antes de emprender vuelo a El Cairo, una visita al Templo de Karnak.
Templo de Karnak
Hace más de 4000 años que comenzó a labrarse la historia del complejo religioso más importante del Antiguo Egipto y el templo más faraónico del mundo, Karnak. Toda una sucesión de dinastías y faraones fueron añadiendo piezas en forma de columnas, capillas, santuarios, patios... a esta espectacular construcción con el fin de proclamar su origen divino y legitimar su poder ante el pueblo.
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