martes, 7 de febrero de 2023

Guía para conocer los mejores rincones de Badajoz en un día

 Nos encontramos en el municipio más poblado de Extremadura donde el río Guadiana a su paso rumbo a Portugal es fiel testigo de un pasado que alcanza su mayor esplendor en el siglo XII.


Aquí no solo nos esperan cuarteles y murallas, también nos aguardan interesantes monumentos que nos muestran sus pintorescas calles mientras caminamos protegidos por los soportales con más sabor de la ciudad, a los pies de la Alcazaba.  

Un poco de historia                                                     

Badajoz fue fundada por Ibn Marwan "El Yilliqui" en el año 875 en una zona cuya privilegiada situación estratégica y fronteriza condicionó su historia como plaza fuerte y amurallada.

La ciudad adquirió gran importancia política y militar al convertirse en uno de los reinos de Taifas que surgieron en la Península tras la caída del Califato de Córdoba, en el siglo XI.

Reconquistada en el siglo XIII por los reyes cristianos, acentuó su carácter guerrero debido a su situación en la llamada "raya", el límite entre España y Portugal.

En la actualidad es un importante punto comercial y de encuentro cultural entre España y Portugal.

Rincones imperdibles                                                    

Semibaluarte  de Palmas

Nada más empezar nuestro paseo por Badajoz camino de la Alcazaba, nos sorprende esta bonita construcción, el Semibaluarte de Palmas. Se trata de uno de los últimos elementos de la fortificación principal que se proyectó y terminó de construirse en el siglo XVII.

Anteriormente, en 1657, esta zona había sido objeto de un intento de asalto por las tropas portuguesas durante la Guerra de Secesión de Portugal cuando aún no se había construido la muralla abaluartada y la ciudad estaba defendida por la antigua cerca medieval.

Su misión principal era proteger tanto el acceso a la puerta de Palmas como la cortina y el camino cubierto que se abrían ante el Guadiana, teniendo en cuenta que el río discurría más cercano a las murallas que hoy en día. Este sector marca también la unión entre la fortificación abaluartada moderna con la muralla medieval de la ciudad, en la puerta de Palmas.

Su interior se conoce desde principios del siglo XX como el Paseo de la Viudas.

Puente de Palmas

Se trata del puente más antiguo de Badajoz que cruza el río Guadiana con sus 32 arcos y unos 600 metros de longitud. Fue construido en 1460 en piedra y es de marcado estilo herreriano. Por la Puerta de Palmas se entraba en España desde el vecino reino de Portugal de ahí su gran simbolismo político.





Antaño, este puente fue bautizado por los ganaderos trashumantes como el Puente Bobo ya que no cobraba el derecho de pontazgo por pasar por él como se hacía en la época.



Puerta de Palmas

Esta puerta, construida en 1551 sobre la antigua muralla medieval, es uno de los monumentos más representativos de Badajoz.

La puerta se configura como un arco de triunfo, flanqueado por dos torreones cilíndricos, almenados y decorados con cordones de piedra. Sobre el arco de la puerta destaca el escudo del Emperador Carlos V.

Fueron varias las funciones que desempeñó a lo largo del tiempo. Ha servido de cárcel, aduana, punto de vigilancia y control de entrada a la ciudad. Se cerraba al caer la tarde y solo en contadas ocasiones permaneció abierta, como el 17 de noviembre de 1783 para dejar pasar la comitiva de la Reina Ana María Victoria de Portugal, hermana de Carlos III.


Giralda de Badajoz

En la Plaza de la Soledad, en el Casco Antiguo, encontramos este edificio neomudéjar y regionalista andaluz que es una réplica casi exacta de la Giralda de Sevilla. Fue construido en varias fases entre 1923 y 1933 siguiendo el proyecto de Luciano Delage Villegas.

La obra se levantó como sede de un popular establecimiento comercial conocido como "Almacenes La Giralda" y que a la vez era la vivienda del propietario y promotor, Manuel Cancho Moreno.


Plaza de España

La Plaza de España o Plaza de San Juan constituye el centro neurálgico de la ciudad, además de ser punto de encuentro y ocio donde van a parar algunas de las principales calles del Casco Antiguo. 



Aquí encontramos dos de los edificios más significativos de Badajoz, La Catedral de San Juan  y el Ayuntamiento. La apariencia arquitectónica que podemos ver en la actualidad se debe a un proyecto llevado a cabo por Rodolfo Martínez, a principios del siglo XX. La última remodelación tuvo lugar en 2002 durante la cual sale a la luz una antigua necrópolis musulmana.

También aquí se levanta el monumento al pintor local Luis de Morales, apodado el Divino, obra del escultor Gabino Amaya.


Catedral metropolitana de San Juan Bautista

Hacia el año 1274 se tiene constancia de la primera catedral dedicada a San Juan Bautista en el mismo lugar que ocupa la actual. Allí se celebró el enlace de Juan I de Castilla con Beatriz de Portugal, en 1383. Poco tiempo después las pugnas existentes con Portugal ocasionaron graves daños a esta primera catedral.




A finales del siglo XVII, tras años de construcción y reformas, queda configurada definitivamente la catedral tal y como hoy la conocemos. De este templo que ocupa toda una manzana en el centro de la ciudad destaca su torre-campanario de 40 metros de altura, las puertas y el remate almenado del conjunto.

El interior tiene tres naves y capillas y, frente al presbiterio, en su coro cerrado por muros y rejería contamos un total de 85 sillas del siglo XVI.


Ermita de la Soledad

En la plazuela que lleva este mismo nombre se encuentra la ermita de la Soledad que fue construida en dos épocas diferentes para sustituir a la primitiva, del siglo XVII, y de la que solo se conserva la portada.


Llama especialmente la atención la segunda planta que reproduce exactamente el salón de un palacio austriaco. Dentro de la ermita se custodia la imagen de la Virgen de la Soledad, patrona de Badajoz, que fue encargada en 1664 a un taller napolitano.

Plaza Alta

Catalogada como una de las diez plazas más espectaculares de España, destaca por su excelente arquitectura y sobretodo por los arcos que sirvieron de cobijo a los innumerables puestos de venta  en los mercados que, desde la Edad Media, se celebraban en ella.


Aunque cualquier ángulo de la plaza es digno de mención, una vez en ella distinguimos dos zonas bien diferenciadas. Al norte, la parte más antigua de influencia medieval y con más solera, nos encontramos el llamado "Arco mirador de la ciudad". Al sur, el Arco del Toril, la parte más moderna y regularizada.


En sus alrededores tenemos casas y monumentos notables. A su espalda, la Alcazaba y pocos pasos después, el Ayuntamiento Viejo. Continuando el paseo podremos disfrutar de la Torre de Espantaperros o Torre de la Atalaya, de las Casa Mudéjares  y las Casas Coloradas, un impresionante edificio compuesto por cuatro arcos de herradura, escenario del antiguo Ayuntamiento de la ciudad.

La Alcazaba

Acabamos nuestro recorrido por Badajoz por La Alcazaba, fiel testigo de los primeros pasos de la ciudad allá por el siglo IX en pleno dominio musulmán.


Esta edificación, una de las más grandes del mundo; fue levantada sobre el Cerro de la Muela, una elevación natural defendida por el cauce del Guadiana, al norte y por el arroyo Rivillas, al este. Desde este inexpugnable lugar se controlaba el paso por la meseta castellana hacia los territorios de Andalucía y Portugal.

Puertas de la muralla

Son varias las puertas que componen la Alcazaba de Badajoz:

  • Puerta del Capitel y su portada de acceso (siglo XII).
  • Puerta de Yelves (siglos XI-XII).
  • Puerta de la Coraxa o de la Traición.
  • Puerta del Alpéndiz.
  • Puerta Dintelada (siglo XVI).
  • Puerta de Carros (siglo XVII).

Torres de la alcazaba

  • Torre de Espantaperros o Torre de la Atalaya (siglo XII).
  • Torre Abarlongada.
  • Torre de la Puerta del Capitel (siglos IX-XII).
  • Torre de la Horca o de los Ahorcados (siglos IX-XII).
  • Torre del Pendón (siglos IX-XII).
  • Torre de las Siete Ventanas (siglos IX-XII).
  • Torre de la Condesa o del Alpéndiz (siglo XI).
  • Torre de las Doncellas.
  • Torre de la Vieja (siglos IX-XII).
  • Torre de la Casa-Palacio de los Acevedos.

Torre Espantaperros

Estamos ante la torre más monumental y destacada de las torres albarranas de la Alcazaba. Se la conoce también como Torre de la Atalaya o Torre del Alpéndiz. Seguro que su estampa te resulta de lo más familiar y es que su estructura recuerda a la sevillana Torre del Oro a la cual sirvió de inspiración para su construcción con posterioridad. 

Es de planta octogonal y, a excepción de sus dos cámaras superiores, la mayor parte de la Torre es maciza. Originariamente estaba rematada por una pequeña construcción cuadrada decorada con arcos entrecruzados. Posteriormente, en el siglo XVI, se le añadió el templete de estilo Mudéjar  que tenía la función de alojar una campana. Esta fue desmontada a finales del siglo pasado y llevada al museo arqueológico provincial de Badajoz.

Para comer...                                                                

La mesa de Badajoz  se nutre de recetas tradicionales que tienen como ingredientes fundamentales productos de la tierra y, también otros traídos de América, como el pimentón y la patata.

Sopa de tomate, cordero asado o truchas fritas son algunos de los platos que no puedes dejar de probar.

 También tienen merecida fama los excelentes embutidos ibéricos de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.

 Todo lo anterior se puede acompañar  por el vino Denominación de Origen Ribera del Guadiana.

Vídeo de Badajoz                                                           

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