martes, 24 de mayo de 2022

Qué ver en Logroño

 Para conocer una ciudad no se me ocurre mejor manera que pasear por sus calles y adentrarse en sus recovecos, capturar las pinceladas que ofrecen cada uno de sus rincones y sumergirse en su cultura.

La capital riojana abre sus puertas a todos los visitantes que quieran acercarse a sus costumbres, degustar sus platos típicos, contemplar la riqueza de estilos de sus edificios y disfrutar de los servicios que ofrece.

Logroño lo tiene todo a la distancia de un paseo y este es el momento de iniciar la aventura. ¿Me acompañas?

Rincones que no te puedes perder

El casco antiguo de la capital riojana conserva todo el encanto de las calles a partir de las cuales ha ido creciendo la ciudad consiguiendo un equilibrio que le permite combinar tradición y modernidad. 

Muralla de Revellín y Puerta del Camino


La Puerta del Camino es posterior a la muralla, cuyos restos sobreviven junto a ella además del Cubo del Revellín, torreón que encontramos en una esquina del recinto.

Calle Portales

Debe su nombre a los soportales que ocupan gran parte de la acera sur y que fueron construidos a finales del siglo XIX para acabar con el desequilibrio que había en los edificios de la zona. Esta peculiaridad hizo de la calle una zona típica de paseo, sobretodo en los días más lluviosos.

Concatedral de Santa María de la Redonda

La construcción de este templo se inicia a comienzos del siglo XVI y fue objeto de múltiples reformas durante los siglos posteriores. Debe su nombre a una antigua iglesia románica de planta poligonal sobre la que fue edificada. 

Su portada principal, como si de un enorme retablo de piedra se tratara, está flanqueada por dos torres a las que llaman “las gemelas” aunque hay un desfase de 2.15 metros de altura entre ellas.


Las dos portadas laterales, también idénticas, solo se diferencian porque cada una tiene una advocación propia: la del norte está dedicada a San Martín y, la del sur, a la Asunción de la Virgen.

Iglesia de San Bartolomé

Aunque se sabe que el templo ya existía a principios del siglo XIII, con toda probabilidad estaría levantado en el siglo anterior. 


El aspecto que presenta hoy responde a una importante reforma en el siglo XVI que afectaría a la iglesia y a la torre. Tras una larga época de abandona en la que llegó incluso a plantearse la demolición del edificio, la Compañía de Jesús recupera para el culto el templo y se ponen en marcha las medidas necesarias para llevar a cabo su recuperación.

De su interior poco se conserva y cabe destacar: los sepulcros de la capilla de los Márquez, del siglo XIV; los restos de policromía de la cabecera y el ventanal romántico.



Sin embargo, toda la atención de la Iglesia la acapara su portada que data de finales del siglo XIII. En el tímpano se representan imágenes del redentor y los apóstoles, mientras que en las jambas podemos observar detalles de la vida de San Bartolomé apóstol quien sufrió martirio arrancándole la piel de ahí que se le represente portando esta en el brazo como si se tratara de una capa.

Iglesia Imperial Santa Maria de Palacio


Esta iglesia es conocida popularmente entre los logroñeses como "Palacio". Desde el claustro de su interior podemos acceder a la capilla de Santa Maria de la Antigua que fue en sus orígenes iglesia de los caballeros de Santa Sepulcro.

Puente de Piedra

El Puente de Piedra es uno de los símbolos de Logroño y ya aparece reflejado en su escudo en el año 1285. Se trata de uno de los cuatro puentes que atraviesan el río Ebro a su paso por la capital riojana. Jugó un importante papel en la consolidación del paso del Camino de Santiago por la ciudad.


El puente actual, obra de Fermín Manso Zúñiga, fue construido entre 1882 y 1884 sobre la estructura de un puente existente anteriormente y que tras su importante deterioro acabó siendo destruido. Su verdadero nombre es Puente de San Juan de Ortega en honor a este santo que algunos historiadores han considerado como el constructor del primer puente.  

Muralla de San Gregorio


Logroño, debido a su situación de frontera con Navarra y su estratégica situación en el valle del Ebro, ha estado siempre en el punto de mira. Por esta razón la ciudad contó siempre con un importante perímetro defensivo, sobretodo, en la parte norte que era la zona más expuesta a navarros y franceses.
A lo largo de la calle de San Gregorio, entre los dos puentes, se encuentra uno de los mayores tramos que se conservan de esta estructura defensiva levantada con sólidos sillares. Una vez perdida su función defensiva, sirvió de apeo para viviendas cuya fachada principal daba a la calle Ruavieja.

Parque del Ebro


Este parque fue inaugurado en el año 1993, cuando Logroño recuperó la margen derecha del Ebro para su ocio y esparcimiento. Este parque repleto de serpenteantes caminos, es ahora el pulmón verde de la ciudad y en él se distinguen tres zonas claramente:

  • La zona inundable y la más próxima al río que permanece cubierta por sus aguas durante gran parte del año y donde crecen especies autóctonas típicas de las zonas de ribera como chopos, sauces, abedules y fresnos.
  • La zona no inundable que comienza en el puente de piedra.
  • El entorno de la iglesia de Santiago.

Plaza de Santiago 


Está situada al lado de la iglesia del mismo nombre y también es conocida como Plaza de la Oca. En esta plaza podremos ver:

  • La Fuente del Peregrino, recuerdo de otra más antigua que el Ayuntamiento rehabilitó en los años ochenta.

  • La casa de la Inquisición
  • El famoso juego de la oca gigante. Los motivos de las casillas del juego son pueblos vinculados al Camino de Santiago y los monumentos más significativos que el peregrino va a encontrarse. No olvidemos que por esta plaza cruza el camino francés a su paso por la ciudad. La partida comienza en Logroño y finaliza en la tumba del Apóstol.

Calle Laurel

Esta calle ubicada en pleno casco antiguo de Logroño es una de las calles más populares por ser una zona típica de tapeo. Se la conoce también como la senda de los elefantes porque, tras degustar los vinos de la tierra, uno acaba "como una trompa".


La historia de su nombre que proviene del siglo XVI también es bastante curiosa. Esta calle que antaño quedaba atrapada junto a las murallas, en una esquina escondida y poco iluminada, atrajo a las prostitutas que la eligieron como el lugar idóneo para ejercer su trabajo. Las casas que están encima de los actuales bares, entonces eran las antiguas casas de alterne de la ciudad y, cuando las prostitutas querían avisar de que estaban disponibles colgaban una hoja de laurel en el balcón o ventana.

La primera tasca se abrió con la intención de  hacer la espera más liviana a los hombres que deambulaban por el lugar. 

Paseo del Espolón 

Aunque popularmente se le conoce como Paseo del Espolón, su nombre oficial es Paseo Príncipe de Vergara y es la plaza más emblemática de la ciudad que comenzó a configurarse como paseo público fuera de las murallas que protegían la ciudad, allá por 1757.

Son cuatro los elementos más significativos de este lugar:

  • El monumento al General Espartero que vivió un parte de su vida en Logroño, y que fue inaugurado en 1895.
  • El quiosco de música, de 1892 que fue sustituido en 1954 por el actual auditorio en forma de concha imitando el modelo de otra obra de la ciudad norteamericana de San Francisco. Los motivos decorativos, obra del escultor Lucarini, son instrumentos musicales instalados en el tope de cada columna.
  • Las estatuas de seis reyes de Castilla de 1857 que fuero regaladas a la ciudad por el general Espartero y derribadas en 1931 con motivo de la proclamación de la II República.
  • El Paseo de la Rosaleda, incorporado en el siglo XX.

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