sábado, 28 de mayo de 2022

Rincones que no te puedes perder en Olite

¿Estás de paso y no dispones de mucho tiempo para recorrer Olite? No pasa nada, yo te indico cómo visitar en una mañana o una tarde uno de los pueblos medievales más bonitos de España dueño y señor de uno de los conjuntos monumentales más importantes de Navarra en el que un castillo de cuento domina la villa.

Casi a mitad de camino entre Pamplona y Tudela, en la zona media de Navarra se localiza Olite cuyos orígenes se remontan a la época imperial romana allá por el siglo I a.C.

Listado con los rincones interesantes para ver en una mañana:

Iglesia de San Pedro

Varios estilos arquitectónicos configuran esta iglesia de la que sabemos es la más antigua de Olite. Su portada y claustro son románicos; gótica su torre de aguja y, barrocas, las ampliaciones que se realizaron en el templo.

Anexo al edificio se abre un claustro exento de mediados del siglo XIII. En su planta cuadrada se levantan arcos de medio punto sostenidos por columnas.

La encontramos al sureste de la ciudad presidiendo la plaza del Fosal y desde 1975 es Bien de Interés Cultural.


 Palacio Real de los Reyes de Navarra o Castillo de Olite

Este conjunto histórico-artístico, está dividido en tres partes:

  • El Palacio Viejo que actualmente es el parador.
  • Las ruinas de la Capilla de San Jorge.
  • El Palacio Nuevo que es la parte que se puede visitar del complejo.
El Palacio Nuevo fue construido entre los años 1402 y 1424. Sus estancias, jardines y fosos rodeados de altas murallas y rematados por numerosas torres le dotan de una espectacular silueta.
El promotor de esta obra fue Carlos III "el Noble" que reinó en Navarra entre los años 1387 y 1425. A este rey que hace honor a su sobrenombre, se le conocía más por su amor a la cultura y la lujosa vida de palacio, que por sus campañas militares, muestra de los cual es este impresionante legado en forma de Palacio.
El deterioro del mismo comienza en 1512 con la conquista de Navarra por parte de la Corona de Castilla ya que pasó a utilizarse esporádicamente como residencia.
En 1813, durante la Guerra de la Independencia fue incendiado para impedir que las tropas francesas se hicieran fuertes en él por lo que la decoración interior y parte de la estructura ardieron quedando el Palacio semi derruido y vacío.
En 1937 comenzaron unas obras de restauración que duraron aproximadamente 30 años.

Torre de la Atalaya


Torre de las tres coronas

 Iglesia de Santa María la Real

De esta monumental iglesia gótica destacan su exuberante portada de gran riqueza iconográfica y su retablo renacentista, obra de Pedro de Aponte. Se encuentra adosada al Palacio Real por lo que fue utilizada por los monarcas navarros para las grandes festividades y actos solemnes.

Torre y campanario

En el templo se venera al Cristo de la Buena Muerte, obra gótica del siglo XIV y a quien los habitantes del lugar le tienen gran devoción.

En 1925 fue declarada Bien de Interés Cultural 

 Plaza de Carlos III el Noble

Al paso por esta plaza, centro neurálgico de Olite, podemos distinguir varios edificios. En primer plano vemos los remates cónicos de los torreones del Palacio de los Reyes de Navarra. A la derecha, la Torre Chapitel con la puerta de acceso y salida a la plaza. El Ayuntamiento con su pórtico formado por arcos de medio punto se sitúa detrás de la torre en uno de los extremos de la plaza. Y, por último, en el centro de la plaza, una pirámide de cristal.

Torre del Chapitel


Después del Palacio Real, la torre del Chapitel es el edificio de arquitectura civil más emblemático de Olite. Se trata de un portal del recinto amurallado situada en uno de los laterales de la Plaza del Carlos III. Antaño se usó  como sede del consejo de Olite pero también ejerció las funciones de casa del mercado y torre del reloj.

 Caminar por sus calles


Pasear por Olite es sumergirte en un entramado de robustas casonas solariegas con aleros de madera y en cuyas fachadas lucen majestuosos sus imponentes blasones. Perderse por sus estrechas calles como la Rúa Mayor, la de Revillas, la de San Francisco... donde encontraremos un gran número de comercios y restaurantes en los que degustar su típica gastronomía: desde un buen chuletón a la brasa, unos pimientos rellenos de bacalao o  cordero al chilindrón acompañados, cómo no, por alguno de sus reconocidos vinos locales.

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