domingo, 29 de mayo de 2022

Qué ver en Huesca


Asentada en lo alto de un cerro a 483 metros de altitud, Huesca está situada en una amplia depresión conocida como la Hoya o la Plana. Muy cerca se localiza la sierra de Guara una de las principales sierras exteriores del Pirineo.

Con más de 6000 años de historia a sus espaldas, fueron los íberos sus primeros pobladores y puede presumir de haber tenido moneda propia. La capital oscense guarda en sus museos y calles los restos arqueológicos y edificaciones de tan lejano pasado.

Al final del artículo dejo un mapa de localización para realizar andando con todos los rincones que destaco en el texto.

Rincones que no te puedes perder:

 Casino de Huesca

El arquitecto catalán Ildefonso Bonells, es el encargado del proyecto de este edificio modernista del Círculo Oscense, club social y recreativo de la época en el que se abrieron salas de juego, de ahí que sea conocido como el Casino de Huesca. Fue construido a principios del siglo XX y se ha convertido en uno de los edificios más significativos de la ciudad reinando majestuoso en la Plaza Navarra.

Con la dictadura de Primo de Rivera, al prohibirse el juego, sin partidos y sin cuotas de socios, perdió sus ingresos. La Segunda República lo convirtió en Casa de la Cultura, la Guerra Civil en hospital militar y en 1951 pasó al Ayuntamiento de Huesca y resurgió.

Parque Miguel Servet

Este espacio natural situado en el centro de la capital e inaugurado en 1930, es el pulmón verde donde contemplar una variada flora y fauna además de pasear entre un gran conjunto de esculturas repartidas por los distintos rincones del recinto. 

Fue construido sobre los antiguos jardines de la Casa Lastanosa, importante figura de la nobleza oscense y lleva el nombre de Miguel Servet en memoria del ilustre teólogo y pensador aragonés, nacido en Villanueva de Sigena.

Plaza Luis López Allué o del Mercado


Hasta el año 1976, esta plaza funcionaba como mercado de ahí que sea más conocida popularmente como la Plaza del Mercado. Se encuentra ubicada dentro del recinto del Casco Histórico de la ciudad. Su estilo es muy similar al de las clásicas y tradicionales Plazas Mayores españoles con un trazado rectangular de aspecto compacto y unitario.

 Monasterio de San Pedro el Viejo


Este edificio románico del siglo XII era conocido como "Iglesia antigua De San Pedro el Viejo de Huesca" y se trata de uno de los conjuntos históricos más importantes del románico aragonés. En sus orígenes fue templo romano, después visigodo, más tarde mozárabe y finalmente románico. 

Cuando el rey Pedro I conquista Huesca en la batalla de Alcoraz, el templo es donado al monasterio francés de San Ponce de Tomeras por lo que pasa a funcionar como monasterio benedictino y es reformado para adaptarlo a tal fin.

Junto a la portada decorada con un llamativo crismón, elemento habitual del románico aragonés, destaca su espléndido claustro que conserva numerosos capiteles originales.

Catedral de Huesca

Conocida popularmente como la "Catedral de Santa María",  oficialmente es denominada Santa Iglesia Catedral de Jesús Nazareno. Fue mandada construir por Jaime I el Conquistador en el año 1273 aunque su edificación no concluyó hasta principios del siglo XVII. 


Se halla enclavada en el lugar más elevado del cerro que dio origen a la ciudad de Huesca y donde se ubicaba la antigua mezquita mayor musulmana. Este templo de estilo gótico primitivo comparte espacio con otros edificios de gran valor histórico como el Ayuntamiento, el monasterio de San Pedro el Viejo o el convento de San Miguel.

Llama la atención la espléndida decoración de su fachada que vemos coronada por pináculos y cuyo aspecto no ha cambiado respecto al que presentaba hace cinco siglos.

Hay que destacar también la Torre campanario. Como dato curioso señalar que, hasta el año 1937 un imponente chapitel coronaba la torre hasta que, un accidente acaecido durante la Guerra Civil lo destruyó por completo y su azotea quedó plana.

Otro de sus grandes atractivos es el interior presidido por un altar Mayor cargado de imaginería y realizado en alabastro que, en un espectacular tríptico, muestra  tres escenas que representan la pasión de Cristo.

En las naves laterales del edificio, 14 capillas revelan el carácter funerario del templo ya que todas ellas están dotadas con sepulcros pertenecientes a antiguas familias nobles que sufragaron los costes de la construcción a cambio del derecho de enterramiento.

 Muralla

Rodeando el casco histórico de Huesca se alza la Muralla cuya historia se remonta al siglo IX, cuando la Península formaba parte del Califato de Córdoba. Llegó a tener un perímetro de dos kilómetros y a contar con 99 torres defensivas que distaban entre sí 22 metros. Actualmente, de todas ellas, solo podemos ver la llamada Torre del Septrión que nada tiene que ver con su aspecto original ya que fue remodelada siglos después de su construcción en estilo gótico.


Para entrar o salir de la ciudad había que hacerlo atravesando una de las siete puertas de Waska, de las cuales únicamente se conserva parte de La Porteta, cerca de la plaza de Toros.

Fue en la muralla donde murió alcanzado por una flecha el rey aragonés Sancho Ramírez.

Por su importancia histórica, la muralla fue proclamada Bien de Interés Cultural de Aragón en el año 2006 y en los últimos años ha estado sometida a un importante proceso de restauración para devolverle su antiguo esplendor. 

Convento e Iglesia de San Miguel

A este convento se le conoce popularmente como "Las Miguelas" y se sitúa a la derecha del río Isuela. Fue fundada por Alfonso I el Batallador en 1110 y en él destaca, sobretodo, la esbelta torre románica, los alargados ventanales y los recios contrafuertes del ábside gótico.

A partir de siglo XV en sus dependencias se reunía anualmente el Concejo de Huesca pero será desde el XVII cuando el convento es ocupado por las monjas de la orden de Carmelitas Calzadas que se ocupan de del cuidado de las instalaciones.

 Mapa de los sitios

Vídeo resumen

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