Situada alrededor de la antigua colina de Ihalor que le da nombre, Alaior fue fundada por el rey Jaime II de Mallorca en 1304. Las diferentes dominaciones que ha ido sufriendo la isla a lo largo de su historia han ido marcando la configuración de este pueblo del interior de Menorca.
Caminar entre las empedradas calles de su centro histórico, nos llevará a conocer su valioso patrimonio.
Rincones de interés:
Parroquia de Santa Eulalia
Mostrándose al visitante, desde lo alto de un cerro, es uno de los templos más espaciosos y frecuentados de la isla. En ella, una combinación de estilos barroco y renacentista dan forma a una planta de nave única con seis capillas laterales intercomunicadas entre sí.
Su tamaño mayor de lo habitual y la estructura tan maciza que la componen responden a la concepción inicial de servir como refugio a los lugareños en caso de necesidad. De hecho, bajo la sacristía se esconde un búnker de la guerra civil que puede ser visitado en los meses de verano.
Junto a ella, la pequeña plaza Des Fossar, un tranquilo rincón presidido por la escultura de Jaume II.
Parque Munt de l´Angel
Desde la parroquia llegamos hasta este mirador donde observamos el entorno rural en el que está inmerso Alaior.
Palacio de Can Salort
Conocido popularmente como Casa de Salort, se localiza en la calle Mayor. Se trata de una construcción que responde a la tipología tradicional menorquina con sus paredes de piedra arenisca con forjados de bóveda también de marés en los sótanos y planta baja.
Este edificio que fuera la vivienda familiar de la los Salort desde el siglo XVII, fue adquirida por el Ayuntamiento en 1995 para destinarlo a uso público.
Patio de Sa Lluna en el Convento de San Diego
Ubicado en pleno centro de la ciudad, el Convento de San Diego perteneció a los franciscanos allá por el siglo XVII e inicialmente se ubicaba a las afueras. Está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 1993.
En el año 1853, tras haber sido utilizado como cuartel militar, sus espacios interiores se distribuyeron para ser empleados como vivienda albergando varios talleres de calzado.
Destacan las pinturas grisallas que decoran toda la superficie de la planta baja y parte del primer piso. Se trata de pinturas realizadas en negro y tonalidades de gris que servían para explicar aspectos de carácter religiosos de forma didáctica a la población alaiorenca de la época.
Destaca en este convento de estilo barroco el Patio de Sa Lluna adquirido recientemente por el gobierno de Menorca para uso público como espacio cultural y de conciertos.
La Ermita de Sant Pere Nou
Aunque forma parte del espacio urbano, esta ermita se encuentra a las afueras de Alaior. Debe su nombre al hecho de tratarse una nueva construcción que sustituiría a otro primitivo edificio.
Posee un campanario en forma de torreta y un rosetón sobre la puerta por el que penetra la luz natural en el templo.
En días de mucho calor, su plaza arbolada ofrece un espacio de encuentro a los paisanos de Alaior.
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