Es Mercadal, en pleno centro de Menorca, se encuentra a los pies del Monte Toro; sin embargo, no es hoy el día elegido para llegar hasta su cima y visitar el santuario de la Virgen que lleva su nombre. Nuestro destino es la costa sur y sus calas y, para ello debemos pasar por Es Mercadal eje vertebrador en el que confluyen todos los caminos de la isla.
Pero antes un pequeño desvío para visitar Punta Nati ya que tras un intento fallido el día anterior para ver la puesta de sol (el acceso estaba cerrado al tráfico) nos dejó bastante intrigados por saber cómo es el lugar.
Punta Nati
El Faro de Punta Nati es uno de los lugares más recomendados de Menorca para contemplar la puesta de sol; tanto es así que su pequeño parking enseguida se satura por lo que es necesario ir con bastante tiempo de antelación.
¿Qué nos encontramos en Punta Nati?
En este paisaje conocido como la Menorca seca, nos encontramos acantilados de gran altura pero con un relieve plano y muy pedregoso.
Con muy poca vegetación y sin edificaciones en el entorno, destacan dando más encanto a este estéril paisaje, las barracas o ponts de bens que son unas construcciones realizadas con la técnica de la piedra en seco donde se refugia el ganado de noche o cuando el tiempo no es favorable.
El faro
El faro está formado por dos edificios de mampostería rectangulares e independientes con una torre de 19 metros de altura de punta hexagonal. Fue construido tras el naufragio del vapor General Chanzy en el año 1910 y se inauguró tres años después. Parece ser que en esta parte de la costa menorquina antaño tenían lugar muchos accidentes marítimos debido a las corrientes que azotaban la zona y la fuerza con la que sopla el viento de tramontana
Es Mercadal
Corría el año 1287 cuando un grupo de gerundenses se instalan al pie de la montaña de Toro donde edifican una parroquia en torno a la cual crece la isla. Ya en el siglo XIV, el rey Jaime II de Mallorca autoriza a Es Mercadal, Mahón y Ciutadella a celebrar mercado los jueves, tradición que continúa hoy en día.
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Alaior
Situada alrededor de la antigua colina de Ihalor que le da nombre, Alaior fue fundada por el rey Jaime II de Mallorca en 1304. Las diferentes dominaciones que ha ido sufriendo la isla a lo largo de su historia han ido marcando la configuración de este pueblo del interior de Menorca.
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Son Bou
Esta pequeña zona turística llena de atractivos se localiza en la costa sur de Menorca, a 8 kilómetros de Alaior. Aquí está la playa de mayor extensión de Menorca en la que apenas cubre el agua y, detrás de la playa, la reserva natural Prat de Son Bou que incluye dunas, pantanos y numerosas especies de aves.
Playa de Son Bou
Con casi 3 kilómetros de longitud, se trata de la playa más larga de Menorca. En ella se pueden distinguir dos zonas bien diferenciadas: por un lado, la playa urbanizada y orientada al turismo donde faltan los chiringuitos, las tumbonas y las sombrillas y, por otro, la playa de Atalis, zona más virgen y tranquila de la playa
Desde la orilla se puede ver el Escull de sa Galera, un peñasco que se alza sobre el mar y la zona dunar, paralela al mar, se mantiene en buen estado acogiendo la flora autóctona y tan característica de la zona.
Ruinas paleocristianas de la Basílica de Son Bou
En el extremo oriental de la playa se encuentran los restos de esta construcción del siglo V que fue descubierta en 1951. Existe la creencia de que la basílica pudo haber sido levantada por una comunidad de monjes pero en el año 859 todas sus dependencias serían destruidas por los normandos. Por otro lado, el hallazgo de gran cantidad de cerámica islámica en el recinto delata la presencia de Comunidades árabes en el mismo.
Una de las cosas que más llama la atención es una pila bautismal de piedra situada en la nave izquierda
En el exterior hay una necrópolis excavada en la roca con veinte cuevas muy frecuentes en toda la isla. Asimismo han aparecido restos de una antigua calzada romana procedente de la vía principal que recorría la isla bordeando varios poblados hasta llegar a Son Bou donde abundaba el agua potable.
Poblado talayótico Torre d´en Galmés
A poco más de 5 kilómetros al sur de la población de Alaior, se encuentra este poblado talayótico, uno de los más grandes e importantes del archipiélago balear.
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Pont d'en Gil
El Pont d'en Gil es un emblemático arco natural abierto en el acantilado de la costa donde las puestas de sol son espectaculares.
Situado en el istmo de Punta d´en Gil, entre Calespiques y el Cap de Bayos, constituye un área de especial interés que se caracteriza por un paisaje costero muy agreste y expuesto al viento. Se puede recorrer siguiendo el Camí de Cavalls.
El azote del oleaje durante centenares de miles de años ha ido erosionando el acantilado hasta provocar un desplome de la roca calcarenita hacia el fondo del mar, configurando el gran puente de piedra que se puede contemplar hoy en día.
Paseo desde Son Bou hasta Cala Llucalari (wiki)
El paseo hasta Cala Llucalari transcurre por el Camí de Cavalls, sendero que desde tiempos del rey Jume II se utilizaba para vigilar la costa menorquina y proteger la isla de posibles incursiones.
Partimos del extremo de levante de la playa de Son Bou y seguimos las indicaciones que nos llevarán hasta este pintoresco camino que conduce a Cala Llucalari.
Bordeando los imponentes acantilados de esta zona llegamos hasta esta cala virgen que es la gran desconocida y que tal vez por eso goza de un encanto especial. Se sitúa en un rincón natural y protegido entre el cabo de Ses Penyes y la cueva de Sa Calç.
La playa tiene muy poca arena y, en su lugar, son frecuentes una piedras redondas de color blanquecino y grisáceo conocidas como macs.
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