Hoy toca hablar de un paseo por una zona que recorre pasado y presente, es progreso y constituye el hilo conductor de la historia de la ciudad que la acoge. Decir que surge hace 290 millones de años no da muchas pistas sobre el sitio en cuestión, pero si añado que durante el último período glaciar el mar descendió unos 100 metros y la costa se retiró alrededor de 15 metros haciendo que el río excavara un valle en torno a Avilés, enseguida nos vendrá la imagen de su ría.
La implantación de la factoría de Ensidesa hace necesaria esta reforma para así poder ar salida y entrada a los productos metalúrgicos que empezaría a fabricar.
La ruta
La caminata comienza en el aparcamiento exterior del Centro Niemeyer donde podemos estacionar nuestro vehículo.
En primer lugar nos dirigimos hasta el muelle sur de la dársena de San Juan donde se encuentra amarrado el barco de madera Atyla. Este velero navega por Europa de abril a octubre realizando viajes de aventura y desarrollo personal a nivel internacional.
Cruzamos el puente que nos lleva paralelos a la ría junto a la avenida conde de Guadalhorce. Una vez que llegamos a la altura de la Nueva Rula de Avilés avanzamos hasta enlazar con la Travesía de la Industria que se ha convertido en un punto de paso para peatones que atajan desde La Maruca a la ría, o para aquellos que se dirigen al puerto o a la zona industrial del antiguo matadero comarcal de animales.
Llegamos hasta las instalaciones del Puerto de Avilés donde la entrada es restringida por lo que regresamos sobre nuestros pasos y continuamos caminando hacia la Avenida de la Playa que nos llevará sin más desvíos hasta la desembocadura de la ría desde donde podremos ver la Punta del Gallo que hace barrera con la ensenada del Arañón.
Enfrente, en la margen derecha de la ría, veremos el Faro de Avilés.
Toca regresar sobre nuestros pasos al punto de partida por el mismo camino y esta vez a paso más ligero pues ya está todo visto e inmortalizado.
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