viernes, 28 de abril de 2023

Los mejores rincones de Mojácar

Visitar uno de "los Pueblos Bonitos de España" es garantía de que el lugar no defraudará y eso mismo es lo que sucede con Mojácar. Y es que, según nos vamos acercando, nos deslumbra un remolino de casas blancas que cuelgan de la última estribación de la Sierra de Cabrera que se muestra imponente y majestuosa.

Cómo llegar                                         

Si quieres saber cómo llegar a Mojácar no dejes de entrar en el siguiente enlace.

Rincones de Mojácar                          

  • Fuente pública de Mojácar
  • Museo  Casa de la Canana
  • Plaza del Parterre
  • Iglesia de Santa María
  • Plaza Nueva
  • Castillo
  • Mirador del Castillo
  • Puerta de la ciudad
  • Ayuntamiento
  • Calle Arrabal

Para visitar Mojácar nos olvidamos del coche, la mejor forma de disfrutar en toda su magnitud la arquitectura árabe que impregna el lugar. Nos introducimos en sus estrechas y laberínticas calles y cada rincón nos traslada a su pasado donde destacan sobremanera la gran variedad de flores de intensos colores que contrastan con la tonalidad marrón del suelo y el intenso azul del cielo.

El adobe y la piedra utilizados antiguamente formando techos abovedados han ido cediendo protagonismo al color blanco de la arquitectura mojaquera.

Fuente pública de Mojácar

El primer punto de interés al que llegamos callejeando por Mojácar es su bonita fuente pública.



Este lugar, centro social y comercial de Mojácar, continúa siendo hoy en día un punto de encuentro importante para sus habitantes a pesar de las estrechas y empinadas calles que conducen hasta ella. 

De sus caños se abastecen tanto los mojaqueros como los vecinos de otros municipios que no dudan en recorrer la distancia que haga falta para rellenar sus garrafas con el agua de esta fuente.

Museo Casa de la Canana

En el número 6 de la  calle Esteve se encuentra esta casa que lleva el mismo nombre de una de las personas que la ocuparon. Se trata de una mujer muy conocida en el pueblo por dedicarse  entre otras cosas, a la venta de tabaco y productos de primera necesidad.


El museo recrea cómo sería una vivienda típica mojaquera de una familia de clase media en los años 20 del siglo pasado. La exposición se encuentra dividida en dos plantas: la planta baja con 11 habitaciones familiares, y el semisótano que contiene corrales para animales.

Cerca del museo está el ascensor público y la Iglesia de Santa María hacia la que nos dirigimos a continuación.

Iglesia de Santa María

Llegamos a la Plaza del Parterre, un precioso rincón de Mojácar. Aquí se encuentra la Iglesia parroquial que fue construida a modo de fortaleza por el maestro Sebastián Segura en 1560.



En su interior podemos ver una pintura al fresco realizada en los años 1980 obra del pintor alemán Michael Sucker,  quien vivió en el municipio durante nueve años.

Recientemente durante unas obras de restauración del templo fueron encontrados material cerámico musulmán y algunos enterramientos.

Plaza del Parterre

Junto a los muros de la Iglesia se encuentra esta bonita plaza porticada que probablemente fuera una antigua necrópolis árabe ya que se han encontrado restos humanos orientados hacia el oeste, es decir, La Meca.


En un rincón de esta plaza podemos admirar una reproducción exacta correspondiente a una de las escenas de la Reconquista que se muestran en la sillería del coro de la catedral de Toledo. Esta reproducción fue realizada de forma artesanal por la artista Itziar Ortuzar.

Plaza Nueva


Seguimos ascendiendo por las callejuelas de Mojácar rumbo al Mirador del Castillo. Pasamos por delante de uno de los dos Monumentos a la mujer Mojaquera que hay en la localidad y enseguida alcanzamos esta dinámica y ambientada plaza. Es un lugar de encuentro habitual para los mojaqueros y aquellos que quieren disfrutar  de uno de los mejores atardeceres del lugar.

Aquí se encuentra también el Mirador de la Plaza Nueva desde el que podemos admirar el lecho del río Aguas que va a desembocar en la laguna.


También podemos alcanzar a ver las vecinas poblaciones de Turre, Bédar, Los Gallardos, Vera, Garrucha, Cuevas del Almanzora, Villaricos y por supuesto, las huertas de Mojácar. En la plaza se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, construida en el siglo XVI, de propiedad privada.

Mirador del Castillo

En el punto más elevado de la ciudad, a 175 metros sobre el nivel del mar está este mirador que se convirtió en garantía de seguridad como emplazamiento vigía y plaza fuerte hasta que, al cesar las incursiones moriscas,  fue perdiendo protagonismo

De aquella gran fortificación queda el aljibe y la estructura de planta militar.

Desde aquí alcanzamos a ver buena parte del municipio de más de siete mil hectáreas y los 17 kilómetros de costa, además del acanto de las casas blancas y callejuelas de Mojácar.

Puerta de la ciudad

La Puerta de la ciudad de Mojácar, o Puerta de la Almedina como reza su inscripción árabe, es el acceso originario a Mojácar. Se utilizó como vía de comunicación hacia la cuesta de La Fuente y la Plaza del Caño y era parada obligada para los mercaderes que llegaban a la ciudad.


Frente a la Casa del Torreón, era el punto de pago de los aranceles y un punto de seguridad para evitar la entrada de saqueadores y maleantes.

Plaza del Ayuntamiento

Llegamos a la Plaza del Ayuntamiento presidida por un centenario "ficus benjamín" que fue traído de América por un emigrante y que le da un toque verde a la zona destacando entre sus blancas casas. 

Pero no solo distrae nuestra atención este magnífico ejemplar, el suelo también es digno de mención por sus sus mosaicos. Estos dibujan el símbolo del Indalo entre formas geométricas y cenefas.


Cerrando uno de los ángulos de la plaza está su coqueto Ayuntamiento en cuya fachada vemos el escudo de la ciudad junto al emblema de la misma que reza: "A la muy noble y muy leal Ciudad de Mojácar". La distinción de ciudad le fue otorgada por el rey Felipe II en agradecimiento por la lealtad mostrada durante la batalla de Las Apujarras.

Calle Arrabal


Por esta calle nos introducimos en el antiguo barrio judío que comenzó a formarse allá por el siglo XVII fuera de los muros de la ciudad llegando a alcanzar su máximo esplendor dos siglos después. Calles sinuosas y abigarradas conforman este lugar que tiene la peculiaridad de ser el único desde donde no se ve el mar.

Vídeo de estos bonitos rincones de Mojácar        

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